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Industria 5.0

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Rafael Márquez

AERTEC / Aerospace & Defence Systems Director

A principios de 2021, el Directorado General para la Investigación y la Innovación de la Comisión Europea hizo público un documento titulado “Industria 5.0 – Hacia una Industria Europea sostenible, centrada en la persona y resiliente” dentro del marco de ediciones denominado R&I Paper Series – Policy Brief.

Para muchos lectores puede resultar sorpresivo que aún en período de digestión de los conceptos y aplicaciones tecnológicas de la denominada Industria 4.0 ya se estén sentado las bases de la próxima revolución industrial. No hay duda que la innovación es una actividad necesaria para el sostenimiento e incluso la supervivencia del ser humano que, desde hace miles de años, viene adaptándose a todos los cambios que se han ido sucediendo a su alrededor: en un inicio principalmente climatológicos, posteriormente sociales, militares o económicos y últimamente epidemiológicos pero ¿es realmente necesario definir un nuevo paradigma cuando todavía estamos inmersos en el anterior teniendo en cuenta que entre los últimos saltos de versión innovadora han sucedido (como mínimo) varias décadas?

Es ahora cuando se introduce la necesidad cualitativa de fortalecer una orientación centrada en las personas frente a la aplicación de todas las nuevas tecnologías para conseguir datos (y explotarlos).

Esta reflexión es la primera que se viene a la mente cuando uno se encuentra frente a la primera página del documento, pero, por un lado, hay que tener en cuenta la visión anticipadora que, desde mi punto de vista, deben tener siempre los organismos públicos nacionales y supranacionales que la sociedad ha construido para velar por sus intereses. A mayor cercanía física de la entidad pública con el ciudadano se espera una actitud más operativa orientada a la resolución de los problemas de la vida diaria, pero esto se debe complementar con otra serie de instituciones encargadas de reflexionar sobre lo que estratégicamente va a ocurrir (o queremos que ocurra…) pasado mañana y en esa orientación encaja esta publicación europea.

Analizando el documento, empieza a entenderse que no se está hablando de una revolución radical de ninguno de los conceptos ya establecidos sino más de bien de añadir una serie de matices humanistas, en el más amplio sentido de la palabra, poniendo el foco en determinados aspectos de la I4.0. Quizás hubiera sido más apropiado el bautizar conceptualmente el informe como I4.1 pero seguramente su impacto mediático, su carácter motivacional y su finalidad inspiradora hubieran pasado desapercibidas.

La I4.0 se ha definido desde sus orígenes como una revolución drástica desde el punto de vista tecnológico y se ha estudiado con profusión cuál será su impacto en las relaciones económicas de nuestro entorno, se ha escrito mucho sobre los nuevos perfiles técnicos que son necesarios para llevar a cabo esta revolución, sobre los empleos que desaparecerán por la implantación masiva de la fabricación inteligente y el avance de la inteligencia artificial en los procesos productivos e incluso sobre los nuevos trabajos que todavía ni imaginamos existirán en un futuro cercano. Se ha cuantificado su impacto en el PIB, se han hecho clasificaciones sobre qué países están más preparados para afrontar los cambios y se hacen previsiones sobre los cambios a nivel educativo que son necesarios para que nuestros jóvenes del hoy puedan liderar los retos del mañana.

Es precisamente como complemento a todos estos análisis cuantitativos donde se enmarca la I5.0, que introduce la necesidad cualitativa de fortalecer la orientación centrada en las personas ante la aplicación de todas estas nuevas tecnologías. Una orientación humanista extendida en el sentido de ampliar el ser humano como ente individual a sus relaciones con el entorno ambiental donde vive y se relaciona con los suyos y con las máquinas que está creando y perfeccionando.

Para ilustrar mejor el nuevo concepto partimos de la premisa fundamental del datocentrismo como el pilar fundamental sobre el que se ha fundamentado la I4.0 entendido como el interés por la generación, captura, acondicionamiento y procesamiento inteligente del dato. Esta premisa es fácilmente constatable en la actualidad ya que si se dispone del dato se dispone de la capacidad de generar ingresos y, de hecho, hoy en día las 5 mayores empresas a nivel mundial por capitalización bursátil se dedican precisamente a esta tarea (Microsoft, Amazon, Apple, Alphabet, Facebook). 

Durante los últimos tiempos el esfuerzo tecnológico se ha centrado en aumentar la velocidad de transmisión, conseguir el aseguramiento de la integridad o en ampliar las opciones de hibridación de diferentes fuentes de datos y no se ha dedicado demasiado tiempo a analizar las implicaciones sociales de su utilización en términos de privacidad, memoria digital o estratificación social. No es que no esté identificada la necesidad de tratar estos aspectos sociales que sí lo está, lo que ocurre es que todavía desconocemos el impacto social a futuro de los datos que estamos generando y almacenando hoy y, por otro lado, los avances realizados, véase por ejemplo la legislación actual sobre la gestión de las cookies de los navegadores web, están a años luz de ser transparentes con el usuario y ágiles en la gestión.

Con todos estos antecedentes la I5.0 añade una capa adicional sobre las tecnologías de la I4.0 aportando los conceptos de humanismo, sostenibilidad y resiliencia poniendo el foco en el desarrollo de la tecnología para el bien último del futuro habitante del planeta Tierra (no sólo teniendo en cuenta su cerebro sino también su corazón), en la eficiencia en la gestión de los recursos disponibles aplicando una visión largoplacista y en la flexibilidad, robustez y versatilidad de la tecnología antes cambios severos y rápidos de las condiciones de contorno.

Por todo esto, el documento Industria 5.0 es más un catalizador dirigido a generar una reflexión sobre el mundo superinteligente que estamos creando que una guía procedimental para aplicar un nuevo dogma tecnológico. Reflexión cuya necesidad todos coincidiremos que es más necesaria en estos momentos que hace apenas un año tras la situación pandémica en la que nos encontramos y de la que todavía desconocemos muchas de sus consecuencias.

 

Enlace al documento de la UE: «Towards a sustainable, human-centric and resilient European industry» – [Clic aquí]

 

Industry 5.0 - AERTEC

 

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