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Proceso de Certificación Aeroportuaria

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Iván Bardón

AERTEC / Aviation, On site supervision

A pesar de que la certificación aeroportuaria no es una novedad, y que desde el comienzo de las primeras certificaciones ha pasado una década aproximadamente, hoy en día existen todavía muchos aeropuertos en todo el mundo en proceso de certificación o en previsión de certificarse. En el transcurso de las siguientes líneas se describe, a grandes rasgos, el proceso habitual para obtener un certificado aeroportuario en cualquier Estado.

La obtención del certificado es un hito de gran importancia para cualquier aeropuerto, pues asegura que la operación en el aeropuerto cumple los estándares de seguridad.

Es necesario indicar que la normativa aplicable en los diferentes países puede diferir, pero de manera general suele ser una transposición o una adaptación del Anexo 14 de la OACI. Si particularizamos al caso de España, la normativa aplicable reside en el Reglamento (UE) 2018/1139 del Parlamento Europeo y del Consejo y al Reglamento (UE) 139/2014 de la Comisión donde se indica que deben certificarse los aeródromos abiertos al uso público, que presten servicio al transporte aéreo comercial y que tengan una pista pavimentada instrumental de 800 metros o más, o se utilizan exclusivamente para helicópteros que utilicen procedimientos de aproximación o de salida por instrumentos. Por su parte, la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA) es la encargada de auditar el proceso y emitir el certificado.

Otros actores a tener en cuenta son los gestores aeroportuarios. Este actor puede ser muy diferente, desde un gestor histórico público o privado que gestiona una red de aeropuertos, hasta un ente privado que sólo gestiona un aeropuerto o incluso una empresa de otro sector que ha adquirido un aeropuerto. Por lo tanto, el conocimiento del proceso como los medios disponibles para llevarlo a cabo pueden ser muy variable. Esto puede ser un problema a la hora de certificar un aeropuerto en el caso de inversores pequeños, que puedan desconocer el alcance del proceso o la documentación a generar.

Este asunto es importante, siendo la conclusión más inmediata que un gestor grande podrá realizar el proceso con sus propios recursos, mientras que un gestor con menos medios necesitará subcontratar el proceso a una empresa especializada.

Para iniciar el proceso, por norma general, se suelen rellenar una serie de documentos o formularios que el ente certificador/auditor proporciona a la parte interesada y que marcan el inicio del proceso, esto variará según cada Estado.

El proceso se podría dividir en dos ramas de trabajo, la primera correspondería al cumplimiento de las normas técnicas o Especificaciones de Certificación (CS), si se va a certificar conforme al Reglamento (UE) nº 139/2014, mientras la segunda correspondería a la elaboración de documentación procedimental, como es el Manual de Aeropuerto, el SGSO, etc.

Como primer paso, se recopila toda la información posible, ya sean planos, estudios aeronáuticos, procedimientos, etc. Normalmente esta información no será suficiente y será necesario generar documentación adicional.

Para ello se realiza una primera evaluación de las normas técnicas/CS, que nos indicará que sistemas e infraestructuras cumplen, cuales no cumplen y en qué casos es necesario generar nueva documentación para poder evaluar el cumplimiento. Algunos ejemplos de información no disponible pueden ser: estudios geotécnicos para poder evaluar la resistencia de los pavimentos, estudios topográficos para poder evaluar las pendientes del área de movimiento, estudios de iluminación de plataforma para comprobar la correcta iluminación nocturna, etc. Lógicamente es importante tener presente al comienzo del proceso qué estudios adicionales son necesarios, pues lo más probable es que lleven un coste asociado.

Una vez se ha obtenido toda la documentación necesaria (si ha sido posible) se puede realizar la evaluación completa de las normas técnicas, o CS, y detectar todos los incumplimientos existentes en el aeropuerto a certificar.

Los incumplimientos detectados generarán una serie de riesgos que serán evaluados en Estudios Aeronáuticos de Seguridad (EAS), para ello se celebrarán sesiones de expertos donde acudirán pilotos, controladores aéreos, stakeholders, etc. y darán su opinión sobre los riesgos planteados, resultando en una serie de medidas mitigadoras a implantar que reducirán los riesgos todo lo posible o incluso los eliminarán. Las medidas pueden ser muy diversas y de aplicación inmediata o a largo plazo.

Paralelamente se elaborará el Manual del aeropuerto, el Sistema de Gestión de Seguridad Operacional (SGSO/SMS), el Plan de emergencia y el Plan de Seguridad. Estos documentos pueden ser una mejora o actualización de los existentes en el aeropuerto en cuestión o pueden ser creados desde cero, lo que a posteriori llevará asociado jornadas de formación para que los trabajadores del aeropuerto puedan familiarizarse con los nuevos documentos.

El Manual del Aeropuerto es un compendio de documentos donde se describe el funcionamiento del aeropuerto, posee una colección de planos con todos los sistemas, zonas de protección e infraestructuras implicados en el lado aire y con afección a la seguridad operacional, procedimientos de mayor nivel, procedimientos específicos, el organigrama y la cadena de mando, la idoneidad de recursos humanos para las tareas a desempeñar, el programa de formación, etc.

Por otro lado, el Sistema de Gestión de Seguridad Operacional es una colección de procedimientos específicos de como se tratan en el aeropuerto todos los temas relacionados con seguridad operacional, como son, gestiones de riesgos, control de proveedores, control de incidentes, indicadores, comunicaciones, auditorías, etc. El plan de seguridad, por su parte, describe sistemas y procedimientos necesarios para la seguridad física, coordinación con fuerzas del estado, etc. Y, el plan de emergencia o autoprotección define los protocolos necesarios de manera pormenorizada de las acciones a seguir en caso de que se declare una emergencia en el aeropuerto, ya sea por desastre natural, accidente aéreo, atentado, secuestro de aeronave, etc.

Cuando el proceso está cercano a acabar, el ente certificador realiza una o varias auditorías, según criterio y necesidades, para confirmar que la infraestructura presentada se corresponde con la realidad y que los trabajadores del aeropuerto están familiarizados con los procedimientos del manual. También se comprueban los tiempos de respuesta del servicio de extinción de incendios.

El último documento de gran calado a realizar sería el Plan de Acción y Mitigación o Plan de Acciones Correctoras, donde se describen las acciones, detectadas durante la realización de los EAS, a tomar por el gestor aeroportuario a corto, medio y largo plazo para alcanzar cumplimientos o conseguir unas instalaciones lo más seguras posibles desde el punto de vista operacional.

Finalmente, el ente certificador aprobará todos los documentos descritos anteriormente y otorgará el certificado aeroportuario, que estará supeditado al cumplimiento del plan de acciones correctoras y a las auditorias periódicas que verificaran que los estándares de seguridad operacional se mantienen y que el plan de acción se cumple.

Obtener el certificado es un hito de gran importancia, ya que asegura que la operación en el aeropuerto cumple los estándares de seguridad operacional tanto en sus procedimientos como su infraestructura, lo que supone un atractivo y un valor añadido para las aerolíneas que quieran operar en el mismo.

 

Airport certification

 

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