Pronto pilotará su propio avión. Desde su casa a donde quiera. ¿Absurdo? La idea no es tan descabellada como parece.
A principios del siglo XX, solo los ricos y famosos podían viajar en su coche privado. En aquellos tiempos, los vehículos privados eran caros, complicados de conducir y difíciles de mantener. Por ello, los lores británicos necesitaban chóferes profesionales para ir en coche a las tierras de caza de sus condados. Sin embargo, las masas (incluso la clase media alta acomodada) tenían que viajar en transporte público.
Solo necesitamos la audacia de un Henry Ford moderno que fabrique aviones autopilotados para el mundo entero.
Todo esto cambió con la llegada del modelo T de Henry Ford. Fue el primer coche que se fabricó de forma masiva para la gente de la calle. A mediados de los años 30, en los Estados Unidos, los vehículos privados estaban al alcance de la gente corriente. A finales del siglo XX, éstos estaban omnipresentes en cualquier país del mundo.
Hoy en día, a principios del siglo XXI, solo los ricos y famosos pueden permitirse viajar en su avión privado. Los aviones privados son caros, complicados de pilotar y difíciles de mantener. En consecuencia, los magnates de Wall Street necesitan pilotos profesionales para ir y venir de sus islas del Caribe. Las masas (incluso la clase media alta acomodada) tienen que compartir asiento en los aviones de Southwest Airlines y Ryanair.
Sin embargo, las cosas están a punto de volver a cambiar. La tecnología está madura y se está abaratando. En todas partes despegan y aterrizan drones sin piloto. Solo necesitamos la audacia de un Henry Ford moderno que fabrique aviones autopilotados para el mundo entero.
El problema no es tecnológico, es más bien psicológico. Piénselo, simplemente siéntese en el asiento del piloto, pulse su destino y relájese. Deje que el ordenador se haga cargo. ¡A volar!
¿Lo haría?
#uam