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Boom de certificaciones

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Diego Villalobos

AERTEC / Quality Dept.

 

Hoy en día, las empresas del sector aeronáutico y aeroportuario deben responder a altas exigencias en cuanto a la calidad de sus productos y procesos. Para poder evidenciar su aptitud deben someterse a sistemas de control, basados generalmente en auditorías de certificación

Las auditorías de certificación de calidad surgieron con fuerza en las últimas décadas del siglo XX, destacando la certificación en base a la norma internacional ISO9001.

El desafío de la gestión de la calidad en el sector aeronáutico es discernir entre las normas que realmente debes implantar y las que no.

Las ingenierías, entre otros sectores, invirtieron esfuerzo y dinero para desarrollar sus procedimientos, implantarlos y controlar su cumplimiento para la obtención de esta certificación, que finalmente se convirtió en un requisito imprescindible para que el cliente contara con tus servicios.

Más tarde, también se sumaron nuevas certificaciones como la ISO 14001 de gestión ambiental o la OHSAS 18001 de Seguridad y Salud, que al principio supusieron un carácter diferenciador, pero que con el paso del tiempo pasaron a ser otro imprescindible más, como la ISO 9001.

A las ya mencionadas, hay que sumarle las certificaciones específicas, como la EN 9100 de calidad en el sector aeronáutico y las normas PECAL, publicaciones que especifican los requisitos del Ministerio de Defensa de España (requisitos OTAN) para la gestión de la calidad que deben cumplir los suministradores en el cumplimiento de los contratos de Defensa.

Podríamos continuar con un sinfín de certificaciones y marcados de calidad, según el tipo de servicio o producto suministrado que, curiosamente, no siempre son requeridas por el cliente, sino que son implantadas por el “efecto contagio” provocado por que otras empresas de la competencia estén certificadas, lo que genera una sensación de que el cliente las pueda preferir por ese certificado de más, una sensación que muchas veces parece estar por delante de si realmente es necesario para la actividad que desempeñas.

En la actualidad, es tal la acumulación de normas certificables en el sector, que si no son seleccionadas e integradas adecuadamente no solo no favorecen la eficiencia, sino que, en muchos casos, la entorpecen al implicar trámites y burocracia que, no olvidemos, no son remunerados por el cliente.

Por todo ello, el desafío de la gestión de la calidad en el sector aeronáutico es discernir entre las normas que realmente debes implantar y las que no y conseguir montar tu “puzle” de certificaciones bajo un mismo sistema de gestión integrado que incluya todos los procedimientos necesarios para la obtención de las diferentes certificaciones realmente requeridas, todo ello evitando añadir gestiones sin valor que incurran en sobrecostes innecesarios.

Este desafío no es fácil, ya que implica modificaciones continuadas en el sistema implantado para adaptarse a las actualizaciones de las normas, y al mismo tiempo, mantenerse informado sobre los requisitos de las posibles nuevas certificaciones requeridas… ¿Cuál será la próxima?

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