Don Félix(1) se ganó la participación en la competición de globos Gordon Bennett(2) durante la guerra en África. Ésa fue la recompensa por evitar que un globo de reconocimiento del ejército español cayera en territorio enemigo. Meses después, el 23 de septiembre de 1923, él y el Capitán Peñaranda estaban en Solbosch, cerca de Bruselas. Estaba todo listo para el comienzo de una nueva edición de esta prestigiosa competición.
La Coupe Aéronautique Gordon-Bennett es la competición de globos más importante del mundo. Se celebra desde 1906.
Aquel día hacía un tiempo terrible. Había llovido toda la semana. El desarrollo de la carrera estaba en riesgo debido a los fuertes vientos generados por una tormenta. Los dos hombres aguardaban junto a “Polar”, un imponente globo aerostático de 294 kilogramos y un volumen de 1.220 m3.
En la línea de partida estaban preparados 15 globos de seis países diferentes: Francia, Estados Unidos, Inglaterra, Suiza, Bélgica y España. Los equipos italiano y polaco habían renunciado a participar en el último momento debido a las condiciones meteorológicas. Ya había habido dos accidentes incluso antes de que comenzara la competición. La fuerza generada por el viento había arrancado la envoltura de un globo estadounidense. Otro globo estadounidense había destrozado la góndola del equipo Belga.
Finalmente, a las 4:00 de la madrugada, en medio de una tormenta terrible, comenzó la carrera. «Polar» despegó bajo una intensa tormenta de granizo y fuertes vientos. Apenas 30 km después de haber despegado, la meteorología empeoró. Los aerosteros españoles decidieron buscar un lugar para aterrizar. Cerca del pueblo Hayst-op-den-Berg, comenzaron los procedimientos de descenso habituales. Apenas a 100 metros del suelo, un granjero cogió la cuerda de freno para ayudar a detenerles, pero una fuerte ráfaga de viento le obligó a soltarla.
De repente, el globo se elevó a 1.200 metros. Don Félix mantenía las manos en sus bolsillos. Quería estar seguro de no tocar los cables que ataban la góndola a la envoltura. Mientras estaban en medio de una nube, un rayo cayó sobre la aeronave. Se dio la vuelta y vio a su amigo desvanecerse. Éste permanecía inmóvil, con los ojos bien abiertos, en un lado de la góndola. Estaban a más de 1.000 metros del suelo y la envoltura había prendido fuego. En cuestión de segundos, decidió tirar de la correa de la válvula de desgarre y dejar escapar el aire. Inmediatamente después, milagrosamente, la envoltura adquirió la forma de un paracaídas improvisado y comenzó a caer, rápido, fuera de control…
Cuando los granjeros del pueblo cercano vieron cómo el globo aerostático caía, corrieron hacia su encuentro. Encontraron a los dos valientes españoles enterrados bajo las bolsas de arena, la red, la envoltura y otros elementos del globo. Don Félix gritó en su rústico francés: “Aidez mon ami, aidez-le” (Ayuden a mi amigo, ayúdenlo). No había nada que hacer. El Capitán Peñaranda estaba muerto. Yacía sin vida, con la cara cubierta de sangre, entre sacos de arena húmeda. Don Félix tampoco se podía mover. Se había quebrado el fémur de las dos piernas.
Ese día, además del español, murieron durante la competición otros cuatro aerosteros: dos estadounidenses que volaban el globo «US Army» y dos suizos que iban en el «Geneve». En ambos casos, un rayo los mató. Además, cinco pilotos resultaron heridos y a otros dos tuvieron que rescatarlos en alta mar. Para la competición Gordon-Bennett, aquél día fue el más trágico de su historia.
El temerario Don Félix sobrevivió a sus heridas y se casó poco después. Tuvo 4 hijos y 3 hijas. Una de ellas era mi madre. Don Félix era mi abuelo. Lo llamábamos Papa-Félix.
(1) Los hechos históricos se obtuvieron del libro «El General Félix Gómez-Guillamón. Ingeniero, Aerostero, Geógrafo, Científico y Escritor», por Luis Utrilla Navarro.
(2) La Coupe Aéronautique Gordon-Bennett es la competición de globos más importante del mundo. Su primera edición se celebró en París, en 1906, ante 200.000 personas.
(3) Video: Gordon Bennett Cup 1923