Me agrada poder escribir acerca de los grandes avances aeroespaciales que han surgido y están surgiendo en este tiempo. En esta publicación me gustaría hacer referencia a Rosetta, sonda espacial creada por la Agencia Espacial Europea (ESA) que fue lanzada a principios de marzo de 2004 con el objetivo de orbitar alrededor del cometa 67P/Churyumov-Gerasimenko en 2014 y 2015, así como enviar un módulo de aterrizaje, Philae, a la superficie del cometa
Los cometas pueden aportar información interesante sobre los orígenes del Sistema Solar.
Esta magnífica sonda espacial ha permanecido inactiva hasta enero de este año, cuando un equipo de la Agencia Espacial Europea (ESA) activó su despertador interno para que volviese a la actividad. Esto ocurrió tras casi 10 años de viaje espacial en estado de hibernación, más allá del cinturón de asteroides, cerca de la órbita de Júpiter.
El 12 de Noviembre, ya junto al cometa 67P/Churyumov-Gerasimenko, desplegó un módulo bautizado como Philae para que aterrizara en su superficie y, durante unos días, recogiera datos sobre su composición y los efectos de la cercanía al Sol.
Una vez agotadas las baterías, Philae ya no puede enviar más datos a la sonda, y será Rosetta la que acompañe a 67P en su acercamiento máximo al Sol. Según los planes actuales, seguirá orbitándolo hasta finales de 2015 para proporcionarnos datos que puedan decirnos, entre otras cosas, si el agua y los componentes básicos de la vida pudieron llegar hasta nosotros en un cuerpo similar a él.
El objetivo del Rosetta es estudiar la evolución del cometa in situ durante su viaje hacia el Sol. Los cometas, formados fundamentalmente por hielo y roca, son muy importantes desde el punto de vista científico porque su material ha permanecido inalterado desde hace más de 4.500 millones de años y nos pueden aportar información interesante sobre los orígenes del Sistema Solar. Además, algunas teorías apuntan a que ellos aportaron buena parte del agua que hay en nuestro planeta e incluso que podrían haber traído la vida a La Tierra.
Creo que nos acercamos a un futuro donde la carrera aeroespacial jugará un papel muy importante, incluso en lo relativo a la parte más comercial del espacio, con la explotación de satélites comerciales o la extracción de minerales en asteroides y cometas.