Las pistas de despegue y aterrizaje para las aeronaves son la razón de ser de los aeropuertos. Son su elemento fundamental y todo gira en torno a la actividad que se realiza sobre ellas. Las dimensiones, orientación, estado o la cantidad de pistas disponible condicionan el desarrollo de las operaciones y, por tanto, la capacidad del aeropuerto. Además, en función de cómo sea la pista, habrá algunos modelos de aviones que podrán utilizarlas y otros que no.
Aspectos como la longitud, la pendiente o la orientación son clave en el desarrollo de las operaciones de cualquier aeropuerto.
La orientación de la pista es clave para que los vientos o la orografía jueguen a favor de que se realicen el mayor número de operaciones posibles. Además, de ella también depende la posibilidad de minimizar los impactos (especialmente los de tipo acústico) del propio aeropuerto en poblaciones o espacios protegidos cercanos.
La longitud y la anchura de la pista van a ser factores clave para que un tipo de aeronave u otro pueda utilizarla con seguridad.
La pendiente, muchas veces condicionada por la orografía, va a determinar igualmente el desarrollo de las operaciones aeroportuarias.
En esta infografía hacemos un recorrido por aquellos aspectos que condicionan la geometría de las pistas de los aeropuertos, mostrando algunos ejemplos de cada uno de los casos.