En 2015, la Universidad del Sur de Dinamarca respondió a la demanda de la industria para obtener soluciones prácticas en el campo de los sistemas aéreos no tripulados (UAS, por sus siglas en inglés). En la Facultad de Ingeniería, el Instituto Maersk Mc-Kinney Moller creó un centro de investigación y educación para fomentar la capacidad de los “robots aéreos” para el beneficio de la sociedad. Al igual que la SDU se asoció con Lindø Shipyard a mediados de 1980 para automatizar la fabricación de grandes petroleros, el UAS Centre ha colaborado con la ciudad de Odense y el aeropuerto Hans Christian Andersen para automatizar el uso de drones para tareas de transporte, agricultura, salud, energía y seguridad.
Esta colaboración, que ha servido para crear uno de los principales grupos de robótica del mundo, ayuda a explicar el rápido crecimiento e impacto del UAS Centre. El máster en Robótica ofrece una especialización en tecnología de drones y los investigadores están abordando los retos técnicos y de materiales que conlleva operar los drones fuera del alcance visual del piloto (BVLOS, por sus siglas en inglés). Los esfuerzos se centran en la identificación de drones, módulos a prueba de fallos, control autónomo y comunicación estable. Asimismo, el UAS Centre está participando en organismos de normalización, foros de legislación, debates éticos e interacciones entre los ciudadanos y los drones para abordar la aceptación e integración. La unión deliberada de los esfuerzos del gobierno y la empresa privada fomentan el desarrollo de la innovación en el campo de los UAS.
En la actualidad, existen unas instalaciones de 2.200 m2 ubicadas en el recinto del aeropuerto, dedicadas al diseño, desarrollo y prueba de drones. El centro de pruebas de UAS dispone de laboratorios de última generación dedicados a la integración de sistemas, compuestos y captura de movimiento para estudiantes, investigadores y la industria. Cuando los drones están preparados, se dispone de un terreno de 850 km2 con una altura de 3.500 pies para vuelos BVLOS. Y lo que es más importante, la ubicación es el resultado de una decisión estratégica. Para entender todo el potencial de estos sistemas ciber-físicos, el centro debe ayudar a desarrollar el U-Space y el sistema de gestión de tráfico no tripulado (UTM, por sus siglas en inglés). Qué mejor lugar para tratar la gestión del espacio aéreo futuro que el aeropuerto local donde, dentro de cinco años (2025), el foco cambiará de la segregación de sistemas aéreos de aviación tripulada a la integración eficiente de operaciones en espacios aéreos.
Nuestros proyectos de investigación actuales subrayan la necesidad de que todos los usuarios del espacio aéreo (tráfico privado, comercial, militar, cooperativo y no cooperativo) trabajen juntos en busca de soluciones. El proyecto Free the Drones busca controlar las emisiones de los buques para mejorar el medio marítimo. HealthDrone conectará las islas de Dinamarca con hospitales centralizados. Drones4Energy espera mejorar los procesos de inspección de infraestructuras de modo que se pueda operar en los intensos campos magnéticos de la red eléctrica. Y ArtDrone ayuda a determinar los requisitos de los drones para garantizar una navegación marítima segura en el Ártico.
Finalmente, considero que nuestra labor más importante es inspirar a la próxima generación e invertir en su desarrollo futuro. Gracias al desarrollo de herramientas educativas, acordes a la edad, para enseñar programación, electrónica, matemáticas, física y habilidades informáticas, nos aseguramos de que la tecnología sea accesible e inclusiva para aquellos interesados en explorar los sistemas aéreos no tripulados.
