Mª Dolores Vázquez Navarro, Manufacturing Technology Specialist at Boeing Research & Technology-Europe.
«La introducción de nuevas tecnologías siempre ha tenido como objeto mejorar la eficiencia de nuestros aviones durante toda la vida del producto.»
Boeing Research & Technology-Europe fue el primer centro de investigación creado por Boeing fuera de los Estados Unidos en 2002. ¿Por qué se decidió que fuera en España?
España ha tenido históricamente mucha actividad en el campo de la aeronáutica, lo que supone que ya había un tejido industrial establecido y, lo que es más importante para Boeing, un ecosistema de centros de investigación con experiencia probada en este sector. El centro aprovecha también el excelente nivel de los ingenieros españoles, y su localización ofrece una oportunidad interesante para expertos de otras nacionalidades. Desde el principio hemos tenido una plantilla internacional, y actualmente Boeing Research & Technology-Europe ha ampliado su presencia en Europa con oficinas en Munich y Sheffield, y con la oficina de Madrid como sede europea.
Entre otras áreas, este centro tecnológico desarrolla proyectos en torno a materiales compuestos, energías limpias, integración de sistemas, procesos y tecnologías de fabricación. ¿Hacia dónde se dirigen las nuevas tecnologías y procesos de fabricación en la aviación?
Las nuevas tecnologías y procesos de fabricación se dirigen hacia la mejora de la eficiencia de estos, algo que está enmarcado en lo que ahora se conoce como Industria 4.0, es decir: una completa digitalización del proceso productivo; la utilización de ingeniería de sistemas y herramientas que aceleren la ejecución del programa y reduzcan los costes de desarrollo; el aumento de la automatización de los procesos; el desarrollo de métodos avanzados de procesado de materiales y de tecnologías de fabricación que permitan la integración vertical, así como la mejora de los materiales utilizados para aumentar la tasa de producción y la reducción de los costes de fabricación, peso y residuos.
Como ejemplo europeo, la nueva fábrica de Boeing Sheffield en el Reino Unido, con su infraestructura totalmente digital y maquinaria de última generación, se convertirá en un referente en fabricación avanzada. La fábrica fue diseñada (en colaboración con Boeing Research & Technology-Europe) para ser el modelo de Industria 4.0 en la empresa y está diseñada para alcanzar índices de producción tan altos como los de la industria automovilística. La fábrica producirá más de 100 componentes diferentes de los sistemas de accionamiento de los flaps a partir de materias primas provenientes del Reino Unido, aprovechando la experiencia en fabricación de la región.
Los materiales compuestos, impresión 3D, biomimética y materiales autorregenerativos ya son parte de la aviación del futuro. ¿Qué nos depara la “manera de volar” de las próximas décadas?
La introducción de nuevas tecnologías siempre ha tenido como objeto mejorar la eficiencia de nuestros aviones durante toda la vida del producto: desde el proceso de fabricación, pasando por el funcionamiento del avión una vez entregado, hasta su retirada del servicio. En las próximas décadas nuestros productos reducirán su impacto medioambiental reduciendo peso —y, por lo tanto, emisiones— y, por ejemplo, reduciendo el número de piezas utilizadas, que a la hora de cambiarlas producirán una menor cantidad de desechos. Por otro lado, los avances en las comunicaciones entre el avión y los servicios de tierra van a permitir una navegación más eficiente y más segura. Los pilotos ya pueden disponer de información meteorológica en tiempo real, por ejemplo, lo que permite una mayor velocidad de reacción ante situaciones adversas. La transformación digital, el acceso a datos y la aplicación de técnicas de aprendizaje automático e inteligencia artificial, darán lugar a una nueva generación de soluciones “ad-hoc” para las aerolíneas que les permitirá planificar, ejecutar, analizar y optimizar sus operaciones reduciendo, además, costes y emisiones.
¿En qué otras áreas de investigación trabaja actualmente BR&T-Europe?
BR&T-Europe trabaja en ingeniería de sistemas basada en modelos (“model-based systems engineering”), optimizando los pasos previos a la fase de diseño de sistemas. También apoyamos el desarrollo de nuevos materiales y procesos de fabricación con materiales metálicos y materiales compuestos y, por último, trabajamos en proyectos centrados en la mejora de la eficiencia del transporte aéreo, ya sea en aeronaves tripuladas o no tripuladas.
BR&T-Europe colabora con más de 47 universidades, 20 centros de investigación, 5 aerolíneas y otros más de 216 miembros de la industria aeroespacial de 25 países. ¿Qué proyectos o vías de investigación desarrollan actualmente con la industria aeroespacial española?
Nuestro principal proyecto en España aborda la gestión y seguridad del tráfico para espacios aéreos compartidos. El nombre del proyecto es “Galician SkyWay” y fue concedido por la Xunta de Galicia a BR&T-E bajo la fórmula de compra pública precomercial. El principal objetivo de este proyecto es el desarrollo de soluciones tecnológicas que permitan avances en los retos operativos y de seguridad para el despliegue de sistemas no tripulados en espacios aéreos compartidos.
¿Está la industria española a la cabeza en Europa con este proyecto de despliegue de aeronaves no tripuladas?
Tanto la industria como las instituciones españolas están teniendo un rol muy activo en la definición e introducción del concepto UTM (“Unmmaned Aircraft System Traffic Management”) que se está llevando a cabo en Europa y que permitirá la convivencia segura de aeronaves tripuladas y no tripuladas. Creemos que la industria española tiene un papel muy significativo en este ámbito en el que se han venido realizando importantes proyectos en los últimos años, tanto para el diseño y fabricación los sistemas necesarios para implementar dicha solución UTM, como para probar su utilidad y potencial uso, con resultados muy satisfactorios. El uso de estas aeronaves no tripuladas en un contexto integrado y controlado como el propuesto por el concepto UTM tiene unos enormes beneficios para la sociedad civil, como por ejemplo, búsqueda y salvamento de personas, vigilancia, control de infraestructuras, investigación, etc. Sin duda, podemos decir que España tiene un papel relevante y fundamental para la aplicación de este tipo de tecnologías en el contexto europeo.