Los simuladores de vuelo o FSTD (Flight Simulator Training Device) son dispositivos destinados a recrear una experiencia sensorial similar a la de una aeronave en funcionamiento y se utilizan fundamentalmente para entrenar a las tripulaciones de vuelo.
El poder realizar una simulación de un vuelo en un entorno controlado, permite simplificar la complejidad operacional del entrenamiento a la vez que se aminora el coste del mismo entrenamiento si fuese real. Mediante los simuladores, los tripulantes, que deben estar preparados para gestionar cualquier imprevisto, pueden enfrentarse a situaciones que difícilmente serían seguras reproducirlas en una aeronave en vuelo sin poner en riesgo su integridad, capacitando a la tripulación en procedimientos anormales o de emergencia, pudiendo practicar innumerables situaciones. Otra razón importante es que el entrenamiento en aeronaves reales implicaría un importante consumo de combustible, algo no deseable por las compañías. Por estos motivos, entre otros, se ha extendido el uso de los simuladores en el entrenamiento de los procedimientos de emergencia y maniobras de vuelo.
El objetivo de los FSTD es ahorrar tiempo y coste en obtener el mejor entrenamiento de los tripulantes de vuelo para manejar situaciones adversas en momentos críticos.
El avance en tecnología y desarrollo de sistemas ha permitido poder crear dispositivos bastantes adaptados a la realidad de la nave simulada. Esta recreación ha hecho que su uso se extienda desde el entrenamiento requerido para pilotar una aeronave concreta hasta la instrucción y examen de las capacidades de los TCP, así como refresco anual de ambos, exigido por las compañías donde desempeñan su labor profesional.
Para asegurar que los simuladores son adecuados para el entrenamiento y capacitación de los tripulantes de vuelo, es necesario que estén verificados por parte de la autoridad competente, que otorgará un certificado de calificación FSTD para la validez del mismo según su categoría en niveles A, B, C y D, siendo la nivel D la más avanzada y garantizaría la máxima fidelidad en la reproducción del comportamiento de la aeronave. Para obtener la certificación se tiene que demostrar que las características coinciden con las de la aeronave para la que se ha construido la réplica, y se detallan en la documentación aportada por el organismo correspondiente (por ejemplo FAA o EASA) donde se contemplan las características técnicas del simulador y el modo de comprobación de las distintas funcionalidades.
Existen diferentes tipos de simuladores, con distintos grados de aproximación a la realidad. Un simulador de cabina debe reproducir la propia cabina a tamaño real de la nave simulada y se puede instalar sobre una plataforma, bien estática sobre una estructura fija en altura o en movimiento sobre accionadores hidráulicos o electromecánicos con movimientos de hasta 6 grados de libertad controlados por sistemas computerizados.
En el caso de los simuladores de vuelo para entrenamiento de pilotos, se suelen montar sobre una plataforma con capacidad de movimiento en todas direcciones, produciendo una sensación de vuelo real. Se dota de pantallas de visualización recreando el entorno de vuelo y mediante programas de control de sistemas se generan multitud de condiciones o situaciones especiales, reproduciendo el aspecto, sensaciones y funcionamiento de los sistemas de la aeronave lo más fieles posible a la realidad.
En el caso de entrenamiento de TCP, el dispositivo debe estar dotado de sistemas que simulen por ejemplo situaciones de fuego y humo, fallo en el sistema de comunicación, y que permita el entrenamiento del procedimiento de evacuación de emergencia, por el que deben evacuar un avión en 90 segundos, y cuya práctica deben realizar al menos una vez al año (curso de refresco o recurrente), aunque la repasen cada día antes de subir al avión en el briefing o durante el silent review.
Entre los diversos tipos de dispositivos de simulación para entrenamiento de procedimientos de vuelo, podemos citar algunos ejemplos:
PTT: Part-Task Trainers, utilizado para emular algún sistema del avión en concreto.
CPT: Cockpit Procedures Trainer, que se usan para practicar procedimientos básicos de la cabina, chequeos, etc.
CEET: Cabin Emergency Evacuation Trainer, son cabinas de simulación de emergencias y evacuación, específicas para entrenamientos de procedimiento de emergencias y evacuación como su propio nombre indica.
FNPT: Flight and Navigation Procedures Trainer, estos son dispositivos de simulación de procedimientos de vuelo y navegación, también se les llama FBS (Fixed Base Simulator). Requieren simulación de ciertas malfunciones de sistemas, siendo modelos detallados sin llegar a las características del FFS.
FFS: Full Motion Flight Simulator, deben simular todos los sistemas más relevantes de la aeronave, usar un sistema visual OTW (outside world) y una plataforma con movimiento.
En definitiva, aunque un simulador es una pequeña joya de ingeniería que puede llegar a costar una suma nada desdeñable, su objetivo es ahorrar tiempo y coste en obtener el mejor entrenamiento de los tripulantes de vuelo para manejar situaciones adversas en momentos críticos, y como se suele decir, si la seguridad parece cara… prueba a tener un fallo.