Cesare Angeloni es el Director de Unidad de Negocio en OCEM Airfield Technology, una división de Energy Technology Srl.
«Es la excelencia de las operaciones lo que incrementa la seguridad de los aeropuertos y lo que hace que sean más respetuosos con el medioambiente.»
OCEM cuenta con casi un siglo de experiencia en iluminación de pistas. ¿Cómo ha evolucionado este mercado en todo este tiempo y cómo ha cambiado OCEM para adaptarse a esa evolución?
Llevamos exactamente 100 años trabajando en el mercado mundial —Multi Electric Mfg. fue constituida en Chicago en 1917—, lo que nos ha permitido conocer a fondo la evolución del sector a lo largo del tiempo, desde la experiencia de los clientes hasta los cambios tecnológicos y desde las operaciones de sistema hasta las nuevas técnicas de instalación.
Al principio, las necesidades y limitaciones del piloto eran lo más importante. Era la percepción del piloto —su punto de vista desde la cabina— lo que nos impulsaba a desarrollar excelentes sistemas de ayuda visual al aterrizaje, tanto en aeródromos militares como civiles.
Con el paso del tiempo, y especialmente a partir de la década de 1980, el aumento del tráfico aéreo y la consiguiente atención a la seguridad fueron incrementando progresivamente la importancia del establecimiento de normas y de los requisitos de diseño en las operaciones en tierra. En el ámbito del aterrizaje, la tecnología evolucionó de tal manera que pudimos utilizar dispositivos de iluminación como las lámparas de descarga de xenón para los sistemas de luces intermitentes secuenciales de aproximación. La necesidad de reforzar el control de los desplazamientos de los aviones durante el rodaje preparó el terreno para la instalación de barras de parada, señales de guía y un amplio conjunto de productos y sistemas específicos.
En las últimas décadas se ha incrementado enormemente la atención que se presta a la disponibilidad de la infraestructura del lado aire debido al aumento del tráfico aéreo, asociado a las restricciones impuestas por el espacio urbano. Esto ha llevado a los fabricantes a estudiar y llevar al mercado tecnologías y sistemas de mayor duración en los que se puede realizar un mantenimiento preventivo. Estos requisitos inspiraron la producción de sistemas LED y de monitoreo individual de lámparas, que se convirtieron en una realidad a principios del siglo XXI. OCEM fue un precoz pionero en la aplicación de la tecnología LED a la iluminación de pistas y sigue desarrollando nuevos productos LED. Los sistemas de monitoreo individual de lámparas empleaban una tecnología que ya se había probado en el control de luces, lo que, tiempo después, permitió una perfecta integración con los sensores de las calles de rodaje. Esto condujo a las técnicas de encaminamiento de vehículos en tierra, como las aplicaciones de “seguimiento de las luces verdes”.
Con la introducción de sistemas electrónicos bajo tierra, como la tecnología LED y los sistemas de control y monitoreo individual de luces (ILCMS, según sus siglas en inglés), los sistemas de iluminación de pistas pueden ahora facilitar una serie de datos sin precedentes, ya que detectan el ruido, la vibración, la velocidad —e incluso los daños por objetos extraños (FOD, según sus siglas en inglés).
Estas tecnologías disruptivas han sido introducidas por un mercado de iluminación de pistas de nicho y muy dinámico, impaciente por desarrollar nuevas tecnologías en beneficio de las operaciones en tierra y de aterrizaje en los aeropuertos y que está capacitado para hacerlo. La única limitación real es la imaginación.
¿Cómo aprovecha OCEM su historia y experiencia para ayudar a los aeropuertos a satisfacer las demandas de sostenibilidad, seguridad y reducción del consumo de energía?
La seguridad sigue siendo el factor primordial para las autoridades de aviación a la hora de tomar cualquier tipo de decisión. No obstante, las autoridades de aviación también deben satisfacer la creciente demanda de tráfico y mejorar la congestión de las áreas críticas operativas. Esto significa que la sostenibilidad y el consumo de energía también son prioridades importantes.
En el ámbito de la seguridad, es obvio que el cumplimiento de las normas internacionales es primordial, ya que estas normas determinan los valores fotométricos que ayudan visualmente a los pilotos durante el aterrizaje y el rodaje. Otras consideraciones menos evidentes pueden ser la fiabilidad mecánica de las piezas del lado aire y la instalación y el mantenimiento del equipo.
Una de las medidas más importantes que los aeropuertos pueden tomar para reducir el consumo energético y abordar estas cuestiones de seguridad es pasarse a la iluminación LED.
La iluminación LED permite un drástico recorte en el mantenimiento en las pistas, lo que a su vez representa una espectacular reducción de las intervenciones en las pistas. De este modo se reduce la exposición del personal a posibles peligros eléctricos durante la sustitución de las lámparas y disminuye la probabilidad de que se cometa un error humano, como la irrupción de vehículos o el olvido de herramientas en el lado aire.
En lo referente al consumo, la revista Airports International ha publicado recientemente un estudio realizado por OCEM y el operador de aeropuertos internacionales SEA en el que demostró que se podían lograr considerables ahorros con la introducción de una nueva tecnología que modula la luminosidad de la iluminación de las pistas entre 0,9 y 2,2 amperios. No se detectó ninguna disrupción en la infraestructura del aeropuerto. Estamos convencidos que buscar formas innovadoras de trabajar de forma sostenible y reducir la huella de carbono del lado aire no solo constituye una obligación moral, sino también una manera de optimizar la infraestructura existente.
Resumiendo: la sostenibilidad está de moda, pero la seguridad sigue siendo la que manda.
Efectivamente, muchos aeropuertos están actualmente pasándose de los halógenos a la tecnología de iluminación LED. Según su experiencia, ¿cómo deberían realizar esta transición?
La “LEDificación” permite ante todo optimizar el ciclo de mantenimiento, lo que supone minimizar las intervenciones de mantenimiento y las incursiones en el lado aire. Esto permite incrementar la seguridad, tal y como hemos explicado anteriormente, y al mismo tiempo minimizar los costes. El objetivo de OCEM cuando ayuda a un aeropuerto a realizar la transición desde los halógenos a la iluminación LED es hacerlo sin que esto provoque disrupciones en la infraestructura existente de conductos, cableados, arquetas, fosos para transformadores y subestaciones.
El activo más importante en cualquier aeropuerto es la pista, por lo que incluso la más mínima disrupción en la disponibilidad de la pista detiene toda la actividad. Durante décadas, los fabricantes de iluminación para pistas han trabajado con los organismos de normalización para identificar, especificar y desarrollar las mejores prácticas y tecnologías que permitan a los aeropuertos maximizar la disponibilidad de su activo clave.
La última innovación de OCEM, que utiliza la infraestructura existente, ha permitido una mayor optimización mediante la alimentación de la luz con corriente ultrabajaççç. Esta técnica batió un nuevo récord de consumo mínimo de electricidad en un lado aire existente sin que se produjera ninguna disrupción en los reguladores de intensidad de corriente ni en los cableados primarios ni secundarios.
Lo más importante que deben saber los aeropuertos que están considerando pasarse a LED es que la tecnología LED de OCEM permite completar la transición maximizando la infraestructura actual y minimizando los costes de mantenimiento del sistema de iluminación de pistas y los gastos de explotación. No hay razón para retrasarlo más.
Ya hemos visto que los LED representan una de las más importantes revoluciones tecnológicas de las dos últimas décadas en el sector de los sistemas de iluminación de pistas y que pasarse a esta tecnología conlleva beneficios tanto en costes como para el medioambiente. Una vez que los aeropuertos se hayan pasado a los LED, ¿qué deberán hacer para aprovechar todos los beneficios de los LED y alcanzar sus objetivos de rendimiento?
Los sistemas de iluminación de pistas basados en la tecnología LED son grandes redes de dispositivos electrónicos potencialmente conectados mediante algún tipo de red de comunicación. Evidentemente, esto conlleva nuevos retos y oportunidades, pero en la actualidad es frecuente que no sea posible aprovechar todos los beneficios que ofrecen debido a las limitaciones de la infraestructura existente o a la obligación de respetar la normativa que se desarrolló para los halógenos.
Existen varias maneras de remediar esta situación:
- Control instantáneo en reguladores de corriente multifásicos. OCEM ha estado fabricando reguladores trifásicos usando redes ópticas básicas para la generación de ondas sinusoidales puras. Esta tecnología base se ha desarrollado teniendo como objetivo la obtención de sistemas de alto voltaje críticos que sean capaces de desarrollar velocidades de conmutación de nanosegundos. Estos reguladores ofrecen el mejor equilibrio de consumo de corriente en las distintas fases de los equipos de distribución de voltaje medio, lo que reduce las pérdidas provocadas por los desequilibrios de alimentación procedentes del suministro eléctrico principal.
- Suministro eléctrico con corriente ultrabaja. Como ya hemos mencionado, las luces de OCEM no solo funcionan con un suministro de corriente del intervalo estándar, sino que también llegan a admitir de 0,9 a 2,2 amperios sin menoscabo del rendimiento óptico. Esta solución fue desarrollada con el objetivo específico de aprovechar la infraestructura existente sin introducir ninguna modificación y garantizar el menor consumo energético posible. Evidentemente, no todos los organismos reguladores permiten una desviación del estándar de 6,6 amperios, pero hemos descubierto que los organismos de normalización responden muy bien a este tipo de innovación.
- Digitalización de las pistas. OCEM ha desarrollado y puesto en el mercado, basándose en una norma industrial abierta, una red de iluminación de pistas con LED que opera con una alimentación paralela a una tensión de seguridad ultrabaja (SELV según sus siglas en inglés) de largo alcance. Con frecuencia no se pueden utilizar indicaciones SELV con productos diseñados según la normativa de la Comisión Electrotécnica Internacional (IEC según sus siglas en inglés) o de la Administración Federal de Aviación (FAA según sus siglas en inglés), lo que significa que dichos sistemas solo pueden instalarse en un número limitado de países o en aplicaciones específicas. Esta red permite al dispositivo situado en medio de la pista —o incluso a un dispositivo situado en uno de los postes de la iluminación de aproximación de largo alcance— no solo controlar y monitorizar la luz, sino también facilitar varios tipos de información diferentes, como las vibraciones y la temperatura. La velocidad de la arquitectura de red abierta permite las funciones operativas del lado aire que en la actualidad solo suelen ser posibles con complejos y costosos sistemas. La interfaz de control en este tipo de red también es una norma abierta y puede integrarse en su totalidad en un sistema de control del tráfico aéreo con el máximo nivel de seguridad.
Estas soluciones solo representan la parte “visible” de la iluminación de pistas con LED. Nuestra dedicación a la tecnología LED y a la mejora continua nos lleva a enfrentarnos al reto de dar apoyo a los sistemas de aumentación para visión nocturna. Teniendo en cuenta el consumo extremadamente bajo y el mínimo impacto visual medioambiental de la tecnología LED, es posible que esta tecnología represente uno de los saltos más prometedores en el desarrollo de los sistemas de iluminación de pistas que OCEM pone a disposición de aplicaciones tanto civiles como militares.
OCEM ha desarrollado todo este conocimiento a través del trabajo realizado en más de 1100 aeropuertos en todo el mundo. Aunque cada proyecto debe suponer retos y oportunidades diferentes, ¿podría describirnos algunos factores o condiciones que hayan resultado especialmente difíciles?
Efectivamente, nuestra larga historia y nuestro trabajo en más de 1100 aeropuertos nos ha aportado una inmensa experiencia. Muchas de las regiones en las que trabajamos han estado expuestas a inestabilidad política y social, que suponen dificultades que se escapan de nuestro control, pero que debemos tener en cuenta para poder facilitar a nuestros clientes los planes correspondientes para evitar y mitigar los riesgos.
Desde el punto de vista técnico, lo que hemos aprendido en el trabajo que hemos realizado a lo largo de todos estos años es que no existe una solución milagrosa para el diseño de los sistemas de iluminación de pistas. No existe una solución única para todas las necesidades de nuestros clientes porque las infraestructuras existentes, los programas de instalación de equipos y la integración con el software de control del tráfico aéreo varían de un aeropuerto a otro.
Afortunadamente, la experiencia que hemos acumulado en la ejecución de proyectos en tantísimos aeropuertos también nos permite determinar cuál será la mejor solución para las necesidades únicas de cada cliente. Podemos ayudar a nuestros clientes a elegir los productos más apropiados y a ajustar el diseño y las especificaciones adecuadas. OCEM siempre se ha diferenciado por ofrecer una amplia cartera de productos dirigidos a las distintas necesidades de los clientes.
En los últimos años han surgido dos tendencias revolucionarias diferenciadas en la instalación de la infraestructura de iluminación de pistas: la velocidad de la tecnología de construcción y la integración completa de los sistemas. Las recientes tecnologías de construcción, incluidos los métodos de excavación de zanjas y perforación, han avanzado a una velocidad increíble y la instalación de luces empotradas y elevadas para el balizamiento de pistas no debe quedarse a la zaga. Para ayudar a instalar los sistemas de iluminación de pistas a estas velocidades sin precedentes, facilitamos manuales detallados y formación técnica para los equipos a cargo de la electricidad en los aeropuertos. También estamos en contacto con los equipos responsables del proceso de instalación para ofrecerles asistencia a medida y facilitarles el trabajo.
Si dejamos la pista atrás y nos acercamos a la torre, vemos que existen nuevas herramientas de software para dar apoyo a los operadores de la torre de control. Estas herramientas a menudo han sido diseñadas para satisfacer requisitos específicos que varían considerablemente de una instalación a otra.
Con el objetivo de que la integración de los paquetes de software de control del tráfico aéreo —a menudo de varios fabricantes diferentes— se pueda llevar a cabo sin problemas, OCEM suministra su sistema ALCMS con una interfaz de código abierto a fin de facilitar el trabajo de desarrollo e integración de los sistemas. Por todas estas razones, creemos que los mayores retos en iluminación de pistas aún están por llegar.
La inversión en tecnología puntera es necesaria para seguir siendo líderes. OCEM ha sido pionero en LED desde principios de la década de 2000, ¿cómo seguirán ayudando a los aeropuertos a mitigar su impacto medioambiental habida cuenta del continuo crecimiento en el tráfico aéreo mundial?
El compromiso de OCEM con el medioambiente forma parte de todo lo que hacemos, desde nuestras certificaciones ISO (ISO 14000 de gestión medioambiental) hasta nuestra disciplinada optimización de los diseños.
OCEM también ha colaborado en proyectos de “macrociencia” desde 1943: ayudamos, por ejemplo, a desarrollar la tecnología de la energía de fusión (JET del Reino Unido, JAEA de Japón, ENEA de Italia) y a suministrar energía a los aceleradores de partículas (SLAC en Estados Unidos, CERN en Suiza).
Las normas y los conocimientos derivados de estos proyectos han sido aprovechados por OCEM en sus proyectos de iluminación de pistas —una perspectiva y una ventaja que no tiene la mayoría de los actores del sector.
Por último, ¿cómo imagina el aeropuerto del futuro?
Es la excelencia de las operaciones lo que incrementa la seguridad de los aeropuertos y lo que hace que sean más respetuosos con el medioambiente. Imaginamos que en el futuro los aeropuertos colaborarán en red para desarrollar y adoptar las mejores prácticas y posteriormente desarrollar normas internacionales que reflejen dicha excelencia.
Al fin y al cabo, no basta con despegar desde un aeropuerto excelente. Los pasajeros también quieren aterrizar en un aeropuerto fantástico.