Probablemente pocos de los que lean este post hayan oído hablar del Collier Trophy. Yo mismo desconocía este premio hasta hace pocas semanas cuando empecé a leer el libro “The McDonnell Douglas Story”. En las primeras páginas aparece una fotografía, en blanco y negro por supuesto, de Donald Wills Douglas recibiendo en el año 1936, de manos del presidente Roosevelt, el Robert J. Collier Trophy de la edición del año anterior por el diseño del DC-2. El DC-2 (Douglas Commercial) fue una versión ensanchada del DC-1, con capacidad para catorce pasajeros en dos filas de siete asientos, cuyo primer cliente fue Trans World Airlines con un pedido de 25 aeronaves, y que ya incluía una televisión central, como la que tienen muchos autobuses actuales, para proyectar películas.
Revisar los ganadores y las innovaciones asociadas a este premio es adentrarse en la historia viva de la aeronáutica y la astronáutica.
El Collier Trophy, expuesto permanentemente en el Museo Nacional del Aire y el Espacio, es un premio que concede anualmente desde 1910 la Asociación Aeronáutica Nacional, fundación nacida en 1905, y que es el club de aviación más antiguo de EE.UU. Este premio se entrega por el mayor logro en América en los ámbitos de la aeronáutica o astronáutica, relativo a la mejora del rendimiento, la eficiencia y la seguridad de los vehículos aéreos o espaciales, y cuyo valor debe haber sido demostrado en uso real durante el año anterior.
Pero…, ¿cuáles han las innovaciones más sobresalientes que han recibido este trofeo?
Algunas de las innovaciones premiadas con el Collier Trophy han sido:
- el desarrollo del estabilizador automático. Desarrollado por Orville Wright, permitía mantener el rumbo sin intervención del piloto.
- el control giroscópico (1914) y el indicador de deriva (1916), ambos desarrollados por Elmer Ambrose Sperry, precursores del conocido horizonte artificial de Sperry uno de los principales instrumentos de vuelo actuales.
- el paracaídas. Edward Lincoln Hoffman, piloto del servicio aéreo del ejército de los EE.UU. fue el desarrollador del primer paracaídas con los principales elementos de los paracaídas modernos.
- los motores radiales refrigerados por aire, desarrollados por Charles L. Lawrance y cuya empresa fue adquirida por Wright Aeronautical, que desarrollaría más adelante el motor Wright J-5C con el que Charles Lindbergh voló de Nueva York a París en 1927. El primer vuelo transatlántico sin escalas.
- la hélice de paso variable, desarrollada por el ingeniero jefe de la compañía Hamilton Standard, Frank Walker Caldwell, uno de los principales avances en la reducción de la resistencia aerodinámica y el aumento de la potencia de los motores.
- el sistema de aterrizaje automático, sistema predecesor del vuelo instrumental, desarrollado por el Capitán Albert Francis Hegenberger.
- el vuelo supersónico, por el que fue premiado John Stack, responsable de la división de investigación en compresibilidad de la NASA.
- el sistema antihielo, desarrollado por Lewis A. Rodert, un sistema térmico pensado para remplazar a las botas neumáticas.
- el desarrollo de las operaciones de rescate aéreo con helicóptero, por el que se premió a la industria de los helicópteros, representada por el Dr. Igor I. Sikorsky, diseñador del primer helicóptero americano, los servicios militares y a la guardia costera.
- el sistema automático de prevención de colisiones en tierra, por el que se premió a Lockheed Martin, el Air Force Research Laboratory (AFRL) y la NASA por la integración y pruebas de vuelo en el caza F-35.
El desarrollo y puesta en servicio de aeronaves como el Boeing 747 de pasajeros, el caza F/A-18, el helicóptero de ataque AH-64 Apache, o el convertiplano (tiltrotor) V-22 Osprey también han sido reconocidos con el Collier Trophy.
Volviendo a los receptores de este premio, encontramos a los mayores emprendedores de la industria aeroespacial. Don Douglas fundó Douglas Aircraft Company en 1920 con la ayuda económica de un multimillonario entusiasta de la aviación, y años más tarde, en 1967 uniría sus fuerzas a otro emprendedor, James Smith McDonnell, Jr. para crear la McDonnell Douglas Corporation. Mr. Mac, también ganador del Collier Trophy en 1965 por el desarrollo de la nave espacial Gemini y del caza Phantom II, recibió este premio esta vez de manos del presidente Lyndon Johnson.
Porque no todos los aficionados a la aviación habrán oído hablar del Collier Trophy, pero estoy seguro de que casi todos han oído hablar del fabricante de aeronaves McDonnell Douglas, que en 1997 pasaría a formar parte de Boeing. McDonnell Douglas diseñó y fabricó, entre otros muchísimos aviones, el F-18 Hornet (Avispón), protagonista de la película Top Gun: Maverick, y que forma parte desde 1986 de las aeronaves en servicio del Ejército del Aire, donde se designa C-15, de Caza.
Revisar los ganadores de este premio es sinónimo de revisar la historia viva de la aeronáutica y la astronáutica. Nombres como Glenn H. Curtiss, primer ganador, o Orville Wright, uno de los hermanos que realizaron el considerado como primer vuelo motorizado, emprendedores también como Douglas y McDonnell, fundadores de la Curtiss Aeroplane y de la Wright Aeronautical Corporation que se fusionaron en 1929 para formar lo que hoy es Curtiss-Wright.
Glenn L. Martin fundador de The Martin Company en 1912 y para el que trabajó Don Douglas, fue galardonado en 1932 por el desarrollo del XB-10, un avión de carga de alta velocidad. La actual Lockheed Martin es el resultado de la fusión en 1995 de Lockheed con Martin Marietta Corporation, resultado a su vez de la unión de la Martin Company con American-Marietta Corporation, en 1961.
El último ganador ha sido el Joint Propulsion Laboratory de la NASA por el primer vuelo del helicóptero robótico Ingenuity que forma parte de la misión Mars 2020, en el planeta Marte.
Reconocer públicamente la excelencia y los logros en la exploración e innovación tecnológica resulta en un importante acicate para aquellos que contribuyen a que la sociedad y el mundo siga mejorando y creciendo a través del desarrollo tecnológico.
