El objetivo de conseguir cero emisiones de carbono en el 2050 en los entornos aeroportuarios es, necesariamente, una necesidad global. Se trata de una meta que debe perseguirse en todos los ámbitos, también en el de la ingeniería.
Desde hace años, la mayoría de las grandes empresas de ingeniería y consultoría aeroportuaria incluimos los principios de sostenibilidad en todas las fases de cualquier proyecto.
Para conseguir la meta de cero emisiones de carbono en 2050 es necesario actuar en cada una de las fases de los proyectos aeroportuarios: planificación, diseño, construcción, operación y mantenimiento.
Estos principios se tienen presentes en la fase de PLANIFICACIÓN considerando, por ejemplo, las posibles limitaciones que las restricciones en las emisiones pueden producir en el crecimiento del número de pasajeros. Esto implica, entre otras cosas, realizar un estricto análisis de necesidades año tras año.
En la fase de DISEÑO de ampliación del aeropuerto, además de incluir el uso de materiales de construcción más sostenibles, instalaciones con menores consumos o el uso de energías renovables, etc… se actúa sobre el faseado de las infraestructuras. Realizar un diseño que permita incrementos de capacidad graduales únicamente en los subsistemas en los que se identifiquen nuevas necesidades. De esta forma, se adaptará la capacidad a la demanda de forma más precisa.
Como consecuencia, todo esto permite minimizar las emisiones de carbono, no solo en la fase de CONSTRUCCIÓN, sino también en las fases de OPERACIÓN y MANTENIMIENTO de la infraestructura. Sin duda, dimensionar correctamente una infraestructura y sus ampliaciones es vital en las fases posteriores, algo que en determinadas ocasiones se infravalora.
A la hora de planificar las futuras infraestructuras, es especialmente importante destacar que las medidas de reducción de emisiones tendrán un impacto en las previsiones de tráfico al producir un aumento de las tarifas aéreas debido a la combinación de tres factores principales:
- El aumento debido a los programas de compensación de emisiones de carbono por parte de las aerolíneas. Actualmente ya existen 30 aerolíneas que están realizando una compensación voluntaria de carbono, pagando una tasa en función de la cantidad de huella de carbono que dejan en cada viaje.
- El aumento de los impuestos gubernamentales sobre las emisiones de CO2, como ya se produce en países como Suecia.
- La adopción gradual de combustible de aviación sostenible (SAF) que duplica el precio actual de un itinerario con respecto al combustible actual.
Estas consideraciones han sido tenidas en cuenta, por ejemplo, al redactar el Plan Director del Aeropuerto Internacional de Kuwait. Durante el análisis de la prognosis, se ha desarrollado un escenario de tráfico en el que se tienen en cuenta estas consideraciones, y se anticipa un descenso del 30% del total de pasajeros con respecto al escenario Base.
Alcanzar el objetivo de cero emisiones en 2050 es viable, pero siempre que seamos realistas en la planificación de las medidas a considerar. Entre otras cosas, es necesario planificar teniendo en cuenta:
- La evolución de los desarrollos tecnológicos. Hay que proponer soluciones, pero considerando el momento de madurez de cada una de ellas. Por ejemplo, en el acuerdo de explotación del handling en el nuevo aeropuerto de Abu Dhabi, se incluyó el uso del 100% de los vehículos de handling eléctricos. Al llegar el momento de hacer la prospección vieron que las baterías para los vehículos de handling pesados no eran viables porque debido a las altas temperaturas que alcanza el pavimento en el verano en Abu Dhabi, su rendimiento era mucho menor del habitual, por lo que el incremento de vehículos de handling necesario era muy elevado.
Actualmente se están desarrollando nuevas baterías que permitirán el uso de estos vehículos eléctricos en el futuro, permitiendo la implantación de flotas de vehículos de handling 100% eléctricos. Sin embargo, la fecha de implantación prevista de esta medida y la real son distintas y por tanto la reducción de las emisiones de carbono será menor a la esperada.
La solución es la adecuada, pero las propuestas no estaban lo suficientemente maduras para poder ser implementadas.
- Además, habrá que tener en cuenta el coste de la implantación de estas medidas. Continuando con el ejemplo de los vehículos de handling, aunque los gastos operativos de los eléctricos son menores, hay que considerar el incremento de los gastos de REPEX, principalmente por la vida útil de las baterías, y los gastos de CAPEX, que son mayores al incluir infraestructuras necesarias para carga o la necesidad de contar con más vehículos debido a los tiempos de recarga.
- Las externalidades ligadas a la implantación de los cambios. Cada cambio que se establezca pensando en el objetivo de cero emisiones forma parte del conjunto de la infraestructura aeroportuaria y las actividades que en ella se desarrollan. Consecuentemente, es necesario considerar de qué manera afectará cada cambio. Entre estos cambios están la integración con las modalidades locales de transporte público de baja emisión, la gestión de los residuos, el papel de los usuarios para que sean consecuentes con las medidas adoptadas o la indiscutible incidencia de los cambios en el plan de negocio del aeropuerto.
Las nuevas formas de operar en los aeropuertos para conseguir el objetivo de cero emisiones de dióxido de carbono implicarán necesariamente cambios en las infraestructuras. Planificar cómo deben ser es importante, pero también lo es decidir cuándo y cómo implementar los cambios.
Por otro lado, no debemos olvidar que la lucha contra el cambio climático en el ámbito de los aeropuertos no es algo que sea competencia exclusiva de los planificadores y los operadores de las infraestructuras, sino que también hay que contar con el papel que jugarán los usuarios. En este sentido, es importante que las ingenierías y consultorías nos involucremos también en hacer propuestas que impliquen también a empleados del aeropuerto y a los viajeros que lo utilizan. Cada pequeño gesto cuenta, porque la suma de todos ellos nos acercará aún más al objetivo común de la sostenibilidad.