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Europa, las aerolíneas primero

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Antonio Gómez-Guillamón

AERTEC / CEO & Founder

Europa es el primer destino mundial del turismo, cultura y negocios. Su actividad económica, su riqueza, su estilo de vida y su capacidad para defender el estado del bienestar, depende en gran medida de ser origen y destino de millones de viajeros que visitan Europa o se mueven en vuelos dentro de la Unión. Las aerolíneas son los principales artífices de esta movilidad y son por tanto esenciales para mantener la posición privilegiada que la UE disfruta.

Las aerolíneas son los principales artífices de la movilidad en Europa, mantener la fortaleza de éstas debe ser una prioridad en clave europea.

La crisis sanitaria que vivimos ha supuesto la parálisis de la movilidad en medio mundo, y de forma muy especial, en Europa. Las compañías aéreas han tenido que congelar sus rutas y dejar toda la flota en tierra. El desplome de la actividad durante un periodo prolongado no tiene precedentes. El estrés financiero al que están sometidas, con enormes gastos fijos, pedidos de nuevos aviones en curso y grandes plantillas de personal, las debilita mermando cada día su capacidad para salir de esta situación. Las perspectivas para volver a volar: evolución de la pandemia, desigual apertura de fronteras, medidas extraordinarias de seguridad y salud, miedo de los pasajeros a salir de su entorno seguro, vislumbran una recuperación lenta y costosa.

La conectividad aérea será esencial para la recuperación de nuestras economías y para lograrlo, las aerolíneas necesitarán estar en disposición de recuperar la actividad. La movilidad no volverá a ser masiva si muchas rutas no se cubren, las frecuencias son bajas y los precios son más altos. Los americanos ya lo han entendido y han puesto en marcha un plan especial para la supervivencia de sus aerolíneas. Dado el valor estratégico de la aviación en Europa, si no diseñamos un plan y actuamos rápido para ayudar a las aerolíneas, la recuperación será mucho más lenta. El plan de apoyo que se establezca no debería distorsionar el mercado de libre competencia entre las aerolíneas. Situación que nos ha permitido disfrutar de aerolíneas con flotas modernas, una creciente oferta de rutas y plazas, así como precios que han beneficiado a todos los ciudadanos europeos. Sin un transporte aéreo sólido y competitivo desde el primer día, todo requerirá más tiempo.

Sin un transporte aéreo sólido y competitivo desde el primer día de la recuperación, todo requerirá más tiempo y veremos amenazada nuestra posición de liderazgo en el mundo.

Por otro lado, la industria aeronáutica mundial tiene dos grandes protagonistas, Europa con Airbus y EE.UU. con Boeing, lideres mundiales con cientos de miles de puestos de trabajo cualificados en sus cadenas de suministro. Si las aerolíneas sufren, sufre la industria aeronáutica. El motor de la industria es la necesidad de nuevos y mejores aviones. Esta agonía en Europa y EE.UU. dará alas especialmente a China, que desde hace tiempo se esfuerza para restar liderazgo a los dos grandes fabricantes mundiales, presentándose como el nuevo jugador. La única defensa consiste en mantener la ventaja tecnológica que sitúe a los challengers a años de distancia, como ocurre actualmente. Pero si la industria aeronáutica europea pasa por una fase demasiado larga de aletargamiento, más preocupadas en sobrevivir que en innovar, cuando despertemos tendremos a los competidores pisándonos los talones y Europa habrá perdido años de ventaja en la carrera aeroespacial.

Por todo lo anterior, la ayuda a las aerolíneas debe ser un asunto de prioridad en clave europea, no dejarlo solo a criterio de cada uno de los estados de la Unión. Tengamos visión europea. Encontremos en esta crisis la razón definitiva para ser más Europa. Hablar de Europa no es solo discutir sobre solidaridad interior, es, sobre todo, mirar unidos, con ambición y determinación, al futuro.

 

Europe, airlines first

 

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