Mucho se habla sobre diversos aspectos en los que la crisis del coronavirus COVID-19 está afectando al transporte aéreo y, consecuentemente, a todo el sector aeronáutico. Tras años de crecimiento ininterrumpido, y con expectativas de seguir haciéndolo, todas las previsiones han tenido que redibujarse, pues esta crisis no solamente afectará a las cifras de 2020, sino que nos obligarán a replantear algunos aspectos hasta ahora inamovibles en el contexto de la aviación.
Tenemos por delante un largo camino para recuperar la senda de crecimiento del sector, por lo que es imprescindible saber exactamente dónde estamos.
La inclusión de criterios sanitarios de prevención y protección en todos los estamentos del transporte aéreo, desde la gestión de las infraestructuras hasta la experiencia del pasajero, inducirán necesariamente a un cambio en los parámetros del negocio aeronáutico. Cabe esperar que el escenario a partir del verano de 2020 incluirá aeronaves con limitaciones de capacidad, menor ocupación en los vuelos, billetes más caros y otras circunstancias. No hay que perder de vista que esto no hace sino sumar a otra serie de ajustes autoimpuestos por la propia industria, como es el caso de las mejoras constantes en la eficiencia y la lucha contra el cambio climático, aspectos que no perderán vigor en este nuevo contexto.
En esta infografía hemos recopilado algunos indicadores que nos permiten tener una perspectiva global de tres escenarios clave: el estatus del sector del transporte aéreo antes de la crisis, la incidencia directa de la COVID-19 y un perfil-previsión sobre la evolución de la recuperación.
En el primero de los casos mostramos una radiografía de la evolución del transporte aéreo en los últimos quince años. Para ello, hemos tenido en cuenta la evolución del número de pasajeros, tanto en volumen como por ingresos generados, y mostramos el peso que cada región tiene en el transporte aéreo global.
A continuación, hemos analizado el impacto de la COVID-19 en el volumen de pasajeros por cada una de las regiones del mundo, lo que está muy relacionado con el tipo y nivel de las restricciones que han sido implantadas en cada zona. Las consecuencias previstas para el ejercicio 2020 se muestran a continuación, tanto en el volumen de pasajeros como en el volumen de ingresos previstos, referidos a compañías aéreas y aeropuertos.
Finalmente se ha realizado un análisis y una prognosis de la trayectoria de recuperación del transporte aéreo. Para ello, hemos tenido en cuenta los factores colaterales que pueden condicionar el movimiento de pasajeros, tanto turísticos como de negocios. En este caso, también se han contemplado los plazos anunciados por los principales países para revertir las medidas tomadas durante esta crisis sanitaria. La gráfica muestra el escenario más restrictivo en cada caso.
No cabe duda de que vivimos tiempos complejos, pero el conocimiento y la experiencia del sector aeronáutico son puntos clave para reconstruir esta situación con solvencia y retomar la senda de crecimiento.
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