La disminución del impacto ambiental de la aviación es una prioridad permanente, en especial desde principios de este siglo. Ha coincidido con una preocupación cada día más prominente sobre el cambio climático y los efectos que comporta. Se han invertido miles de millones de euros en investigación y desarrollo, lo que se ha concretado posteriormente en medidas y prácticas que han logrado un progreso significativo en la reducción del impacto global de este sector.
La industria aeronáutica en general y los aeropuertos en particular están alineados en su lucha contra el cambio climático, con resultados positivos tras más de diez años de trabajo.
Existe un problema subyacente que es el aumento constante del transporte aéreo en todo el mundo. El ritmo de crecimiento provoca que las medidas que está tomando el sector no sean suficientes y el balance global, de momento, no sea todo lo bueno que cabría esperar. Para algunos, la clave está en valorar adecuadamente los beneficios que brinda la conectividad aérea en comparación con el impacto que genera, pero no es suficiente.
La aviación produce alrededor del 2% de todo el CO2 inducido por la actividad humana en el mundo. A pesar de ello, la percepción de gran parte de la población es que la aviación es un contribuyente desproporcionadamente grande al cambio climático. Lo cierto es que todo el sector del transporte aéreo, desde los fabricantes de aviones hasta las compañías aéreas, están concienciados y trabajando en diversos frentes para minimizar su impacto en el entorno.
Esta labor se lleva a cabo a través de una combinación de nuevas tecnologías, mejoras en la eficiencia operativa, nuevos sistemas de producción, combustibles menos contaminantes, nuevos aviones con materiales más ligeros, reducción de residuos y, en definitiva, un proceso envolvente de mejora continua cuyo objetivo es avanzar hacia una aviación “descarbonizada”.
No hay otra vía. Se trata de un problema global y la totalidad de la industria, junto a gobiernos y reguladores, tienen la obligación de unirse para afrontar este desafío sin que ello vaya en detrimento de la economía, las personas, el empleo o cualquier otro factor positivo de desarrollo con origen en el conjunto de la aviación. Hemos de ser conscientes de que todos tenemos que poner algo de nuestra parte y esto incluye a fabricantes, operadores, aeropuertos, reguladores, gobiernos e incluso los propios pasajeros.
Entre todas las iniciativas es imperativo destacar la puesta en marcha por ACI Europa (a continuación, asumida por ACI World) con su estrategia de sostenibilidad para los aeropuertos. Su objetivo es abordar los problemas ambientales, sociales y económicos de los entornos aeroportuarios otorgándoles diferentes niveles de certificación en función de los pasos dados en su compromiso para llegar a un equilibrio cero en las emisiones de carbono.
No hay que perder de vista otra de las grandes apuestas del sector, el proyecto de Cielo Único Europeo (programa SESAR) donde una nueva estructura optimizada de la red aérea europea incrementará su capacidad, disminuirá la congestión, incrementará la seguridad, optimizará los tiempos y reducirá las emisiones. Dicha reordenación irá acompañada de una gestión unificada del espacio aéreo y del uso de las tecnologías, las cuales se orientarán hacia un horizonte de automatización. Se estima que esta iniciativa supondrá una reducción de las emisiones de CO2 en 8 millones de toneladas anuales.
Nunca será suficiente todo lo que se haga para incrementar la sostenibilidad del sector de la aviación en todo el mundo, pero actualmente vamos en la dirección correcta y, lo que es más importante, sumando nuevos retos y adquiriendo más compromisos cada día en la lucha contra el cambio climático.
Hemos desarrollado una infografía sobre este tema en la que se explican algunas de las iniciativas que se llevan a cabo en aeropuertos de todo el mundo para reducir su huella de carbono y para incrementar la sostenibilidad en cada una de las actividades que dependen de ellos. Le invitamos a que la analice y la comente, porque cualquier punto de vista suma en este compromiso global.