Cuando nos hablan sobre propulsión aérea, lo primero que nos viene a la cabeza es una hélice. En realidad, se trata del icono más utilizado para representarla. Sin embargo, es mucho más que eso.
La propulsión es un elemento clave para la sustentación y avance de las aeronaves, aunque cada tipo y cada uso requieren de especificaciones concretas.
Un sistema de propulsión o tren motriz es el sistema que usa cualquier vehículo para desplazarse. En aeronáutica es, además, un elemento clave en la sustentación. Incluye diversos componentes que varían en función del tipo de aeronave: motor, sistema de transmisión, diferenciales, ruedas, hélices, orugas, baterías, células de combustible, etc. Incluso en los albores de la aeronáutica la fuerza manual empleada por los propios tripulantes para mover la hélice de los globos aerostáticos era parte del sistema de propulsión.
Es un mundo amplio y complejo que ha ido evolucionando desde los orígenes de la aeronáutica y, aún hoy, continúa haciéndolo. En la actualidad, el incremento de la eficiencia y la búsqueda de una propulsión más limpia son los ejes de su desarrollo.
Hemos realizado una infografía en la que se hace un somero acercamiento a algunos aspectos básicos de la propulsión aérea y un repaso a algunos de los sistemas más comunes empleados en la aeronáutica actual.
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