Entrevista a Pedro Duque, Astronauta, Ingeniero Aeronáutico y Ministro de Ciencia, Innovación y Universidades del Gobierno de España. Miembro de la Real Academia de Ingeniería de España. Premio Príncipe de Asturias de Cooperación Internacional.
«Desde la Estación Espacial Internacional te das cuenta de lo frágil que es lo que llamamos nuestra nave, el planeta Tierra.»
¿Cómo vivió la noche del 20 de julio de 1969?
Tenía 6 años y por aquellas fechas pasábamos unos días de verano en Cestona, Guipúzcoa. Recuerdo verlo en una televisión en blanco y negro, no sé si en directo o en diferido. Creo que todos los niños que vimos la retransmisión de Jesús Hermida ese día quisimos ser astronautas, aunque en la España de aquella época parecía imposible que un español pudiera ser astronauta.
Tras estos 50 años de la llegada del hombre a la Luna, la NASA anuncia su intención de volver en 2024. ¿Por qué cree que se ha tardado tanto en poner fecha a una misión espacial como esta? ¿Cómo se imagina un alunizaje 55 años después de lograrlo Neil Armstrong?
Se ha tardado tanto tiempo porque no se han vuelto a poner los medios necesarios para volver a la Luna. Se necesitó un impulso único desde los poderes públicos: el ambicioso programa Apolo impulsado por el presidente Kennedy. Años después Nixon redujo el presupuesto de la NASA a la quinta parte y nunca se recuperó.
Ahora, EE. UU. quiere retomar el proyecto de volver a la Luna. Hace unas semanas me reuní con responsables de la NASA y están muy ilusionados con la misión Artemisa, con la que quieren pisar la Luna de nuevo en 2024, lo que supone un paso previo para poder embarcarse luego en la primera misión a Marte. Una base en la Luna sería factible y permitiría desarrollar recursos que podrían ser útiles en la exploración futura del resto de planetas y cuerpos del Sistema Solar. También, el hecho de ponernos esa meta haría que se desarrollara el transporte, los métodos de trabajo, la metalurgia, etc.
Europa tiene que decidir si quiere ser protagonista de este nuevo hito para la Humanidad. Hoy sería menos arriesgado que hace 50 años, pero aun así tendría riesgo.
¿Cómo ha evolucionado el papel de España y el de Europa en la carrera espacial estos últimos años? Revitalizar el Consejo de Espacio conjunto de la UE y la ESA es un paso importante para avanzar hacia una posición de mayor liderazgo…
Europa no ha tenido nunca el nivel de inversión de EE. UU., e incluso ahora invertimos diez veces menos que ellos en programas tripulados. Era importante revitalizar el Consejo de Espacio, cuya última reunión tuvo lugar en 2011, para reforzar la posición europea. España ha impulsado esta reunión, que tendrá continuidad en 2020, bajo la presidencia alemana de la UE. Como presidente de la Comisión Ministerial de la Agencia Espacial Europea, estoy abogando para que se invierta en ir a la Luna. La reunión en Sevilla este noviembre, donde se aprobará el nuevo presupuesto plurianual de la ESA, va a ser decisiva.
En el caso de España, trabajamos para conseguir un incremento general de los presupuestos para la ciencia, la innovación y las universidades. Si se produce este incremento, subiremos nuestra participación a la ESA, al menos hasta situarnos en la media de Europa.
En todo el mundo se está conmemorando este hito tan importante para la historia de la Humanidad. Probablemente usted tenga también más presente sus viajes a la Estación Espacial Internacional. ¿Qué se siente al ver la Tierra a 400 km de distancia?
Es una conmemoración importante que tenemos que saber aprovechar, porque es verdad que se le está dando mucha trascendencia en todos sitios. Respecto a mis viajes a la Estación Espacial Internacional, estar en el espacio te proporciona una sensación de paz muy agradable, aunque tienes que estar atento a muchas cosas, por lo que no te queda mucho tiempo para reflexionar. También te das cuenta de lo frágil que es lo que llamamos nuestra nave, el planeta Tierra; de lo fina que es la atmósfera. Por eso debemos tomar medidas contra la emergencia climática que vivimos. De momento, solo tenemos esta nave para vivir.
¿Un astronauta vive con los pies en la Tierra y la cabeza en la Luna?
Los pies y la cabeza tienen que estar siempre en el mismo sitio. Ahora mismo, como Ministro de Ciencia, Innovación y Universidades, trabajo para que Europa, y por tanto España, tenga protagonismo en las siguientes misiones tripuladas. Tenemos a nuestro alcance que una persona europea esté en la primera misión a Marte. ¿Por qué no una española?
