Hasta hace relativamente poco tiempo pensábamos que los grandes hitos de la carrera espacial estaban en manos exclusivas de los gobiernos de las grandes potencias. Sin embargo, desde la entrada del nuevo milenio han sido muchas las empresas privadas que, con independencia de su tamaño o ubicación geográfica, se han centrado en ofrecer soluciones de diversa índole para la exploración espacial.
Algunas de ellas han apostado por llegar más lejos destinando grandes presupuestos a conseguir de forma autónoma un cierto protagonismo en el mundo empresarial del espacio. Todo ello ha desembocado en que las reglas ya no son las mismas. El espacio se empieza a concebir de forma prioritaria como un negocio y, como tal, está sujeto a otros principios. Ahora se está imponiendo un criterio más comercial que político-estratégico y, sobre todo, una obsesión por la eficiencia.
A principios de este mismo año 2018, la empresa SpaceX ha conseguido un hito importante y, por descontado, su éxito más evidente, al hacer despegar su poderoso cohete Falcon Heavy, la lanzadera espacial con mayor capacidad en la actualidad. Tiene una altura de 70 metros y una masa de 1.420 toneladas. Su capacidad de lanzamiento de carga es el doble, en el peor de los casos, de la que dispone la segunda lanzadera más potente en la actualidad, la Delta IV Heavy de la empresa United Launch Alliance (Estados Unidos). Quedan por detrás el Long March 5 (CALT, China), el Ariane 5 (ESA, Europa) y otros.
Con independencia de su capacidad de carga, si en algo ha supuesto una revolución este hito de SpaceX es en su capacidad para recuperar y reutilizar algunas partes del cohete, lo que contribuye a economizar de una forma notable el coste de las misiones.
En esta infografía hacemos un acercamiento al Falcon Heavy, el cohete de SpaceX que está llamado a ser parte importante de la carrera espacial actual y futura. Y si por cualquier circunstancia no fuera así, lo que es seguro es que ha sentado las bases para conseguir vuelos espaciales más eficientes y económicos. Esto no solo será una ventaja para su fabricante, sino que de forma directa favorecerá la posibilidad de llevar al espacio cargas con mayores pesos (más capacidad de incorporar mejores prestaciones) y con mayor asiduidad.
Fuente: Elaboración propia.
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