Seis años más tarde de que comenzara su construcción, el 1 de julio de 1948 llegó el primer vuelo comercial al Aeropuerto Idlewild, también denominado Aeropuerto Internacional de Nueva York (código KIDL). Desde 1963 lo conocemos como Aeropuerto John Fitzgerald Kenedy (código JFK).
Las líneas aéreas de mayor prestigio en Estados Unidos contribuyeron al liderazgo del aeropuerto convirtiéndolo en su centro de operaciones. Las ocho terminales que se construyeron a partir de 1958 estuvieron a cargo de dichas aerolíneas: TWA, Pan Am, National, Eastern, JetBlue, American Airlines, Delta…
Incluso algunas de sus terminales para pasajeros han creado tendencia en el diseño arquitectónico y funcional. Tales son los casos, especialmente, de las terminales Worldport (Pan Am), el Centro de Vuelos (TWA), diseñada por Eero Saarinen, o el Domo del Sol (JetBlue).
Aunque hay varios aeropuertos en los Estados Unidos, y en el mundo, con mayor tráfico de pasajeros, el JFK sigue siendo una referencia. Con el tiempo no solo se ha consolidado como la puerta de bienvenida a la mayoría de las personas que llegan a la Gran Manzana, sino que se ha convertido en uno de los aeropuertos más icónicos del mundo y la principal entrada de turismo en los Estados Unidos.
El pasado año movió 60 millones de pasajeros y gestionó 440.000 operaciones. Se espera que para 2050 acogerá a 100 millones de pasajeros. Su influencia en el contexto socioeconómico de la región es indudable con la generación de más de 200.000 puestos de trabajo en su entorno.
A pesar de que el aeropuerto ha ido afrontando diversas mejoras a lo largo de los últimos años y que, incluso ahora mismo, está en marcha la remodelación y ampliación de algunas de sus terminales, es patente la necesidad de actuar en varios frentes a fin de que tanto el acceso como los servicios desarrollados en él sean de calidad y acordes a lo que exige la experiencia del pasajero en el siglo XXI. Por este motivo ha sido una buena noticia el anuncio del gobernador del estado de Nueva York, Andrew Cuomo, de una inversión de 10.000 millones de dólares en la mejora del aeropuerto.
Se tratará de uno de los mayores proyectos de Nueva York en las últimas décadas y una de las mayores inversiones de los últimos tiempos destinada a las mejoras en un aeropuerto. El plan de renovación incluye la remodelación de pistas, expansión e interconexión de terminales, nuevos recursos de seguridad, mejora de las estaciones del metro interno y tren, así como un plan de mejora de las autovías de acceso.
Según anunció Cuomo, se trata de conseguir «un aeropuerto unificado, interconectado, que cambie la experiencia del pasajero y torne más fácil la experiencia de acceder a él y navegarlo». Asimismo, se espera que algo más de dos terceras partes del presupuesto para esta actuación provenga de inversores privados como parte de colaboraciones público-privadas.
Según Pat Foye, director de la Autoridad Portuaria de Nueva York y Nueva Jersey, entidad que gestiona el aeropuerto, «por cada millón de pasajeros que el JFK no puede recibir, la región pierde aproximadamente 140 millones de dólares en salarios, 400 millones en ventas y 2.500 empleos. Además, JFK es uno de los pocos grandes aeropuertos del mundo que no ofrece a los viajeros un viaje directo desde el centro de su ciudad en transporte público”.
Algunas referencias de la noticia:
USA Today
A better JFK airport? N.Y. Gov. unveils $10 billion upgrade plan
CNN
$10 billion overhaul planned for New York’s JFK airport
Bloomberg
How to Remake the Most Famous Airport in the World
Fortune
New York Governor Proposes a $10 Billion Renovation of JFK Airport
