Patrick Désiré es el Director General de Aerospace Valley. Graduado por el Instituto Nacional de Ciencias Aplicadas (INSA) de Lyon, anteriormente fue responsable de innovación industrial de sistemas espaciales en Airbus DS, donde asimismo fue responsable de definir la hoja de ruta para la implantación de la «Fábrica del Futuro» para el grupo Airbus. El Polo de Competitividad Mundial Aerospace Valley agrupa a las regiones de Midi-Pyrénées y Aquitania, en Francia, que constituye la primera bolsa de empleo europea en aeronáutica, espacio y sistemas embarcados: 130.000 puestos de trabajo industriales, 1.600 empresas y 8.500 investigadores.
«Los actores de I+D en Europa están a la vanguardia de la innovación.»
¿Qué opina usted sobre las previsiones del sector aeroespacial y las próximas tendencias que van a condicionar el futuro?
En general, las previsiones del mercado son optimistas; no solo en el sector de aviones civiles, gracias a las impresionantes listas de pedidos acumulados de las empresas más importantes, Boeing y Airbus, sino también para el sector regional. Sin embargo, la situación es más complicada para los sectores de helicópteros y jets comerciales de alta gama. El mercado de los jets comerciales se ha visto afectado por la situación económica (Brasil, China) y/o por el contexto geopolítico (Rusia) en los países BRIC (Brasil, Rusia, India y China) mientras que parte de las dificultades que se han presentado en el mercado de los helicópteros están relacionadas con el descenso del precio del petróleo y el impacto sobre las actividades de extracción de gas y petróleo (en alta mar).
Los grandes desafíos económicos y sociales del sector de los aviones civiles están relacionados con temas de seguridad, protección y medioambientales. Desde una perspectiva industrial, los desafíos están más relacionados con una cadena de suministro que funcione bien, lo que incluye procedimientos innovadores generalmente calificados con la etiqueta denominada «Industria 4.0» y nuevas tecnologías revolucionarias como la fabricación aditiva o más equipamiento eléctrico.
¿Cuál es el papel de Europa en el sector de la aviación a escala mundial y en qué aspectos se debe mejorar para ser más competitivos?
No hay duda de que Europa, junto con los Estados Unidos, es líder mundial en el sector aeroespacial y de la aviación. Esto es así tanto desde un punto de vista industrial como, sobre todo, en términos de actividades de investigación y desarrollo e innovación. Aquí, los actores europeos en el ámbito de la I+D se encuentran a la cabeza en innovación, llegando incluso a desarrollar productos revolucionarios. El punto flaco común está más relacionado con el aspecto financiero y con la dependencia intrínseca del dólar por parte del sector de la aviación en general. Además, aún queda espacio para una optimización de costes, siempre que se pueda superar la competencia nacional.
¿Por qué es tan importante una cultura de clúster para avanzar en el sector? ¿Tenemos suficiente cultura de cooperación comercial y asociación entre empresas en Europa?
Sí. Hablando en términos generales, el sector europeo, y también los actores de I+D, han desarrollado una importante cultura de asociación de colaboración y bilateral. Con seguridad y de lejos, mucho más que nuestros competidores globales con sede en Asia o en América. Existen dos causas principales detrás de esto: i/ Airbus como actor integrado del sector paneuropeo con presencia en cuatro países, y también ii/ la Comisión Europea, mediante distintos programas de infraestructuras de innovación sucesivos implantados hace casi 30 años. Los clústeres regionales, que se pusieron en marcha durante la última década en casi todos los países europeos, tienen como objetivo impulsar los ecosistemas locales, fortalecidos recientemente por las estrategias de especialización inteligente aplicadas a escala regional. Muchos de estos clústeres regionales, a su vez, están conectados a lo largo de redes de toda Europa, como la próspera red EACP (European Aerospace Cluster Partnership, Asociación Europea de Clústeres Aeroespaciales) cuyo objetivo son los clústeres aeroespaciales.
¿Cómo están cambiando la Fábrica del futuro o la Industria 4.0 el sector aeroespacial? En relación con este tema, ¿en qué proyectos está trabajando el clúster Aerospace Valley?
Recientemente, Aerospace Valley ha adaptado los nueve grupos empresariales estratégicos que se definieron tras el inicio de las actividades del clúster en 2005 con el fin de añadir un nuevo grupo orientado a la Industria 4.0. Hoy en día, este grupo reúne a más de 100 de nuestros miembros para intercambiar experiencias y buenas prácticas en el ámbito del clúster. Los miembros de este grupo también contribuyen de forma activa a iniciativas a escala europea. En este sentido, por ejemplo, Aerospace Valley actuará como socio principal en el futuro KIC (Comunidades de Conocimiento e Innovación) de Europa suroccidental sobre Fabricación avanzada.
El año pasado, el clúster Aerospace Valley celebró sus 10 años de vida. ¿Cuáles son los mayores desafíos a los que han tenido que hacer frente en esta década?
Durante los últimos 10 años desde su creación, Aerospace Valley ha permitido que sus miembros y actores de I+D lleven a cabo proyectos colaborativos de investigación con un valor acumulado de 1.100 millones de euros. Esto representa una cantidad económica impresionante dirigida a investigación que ha sido financiada, en un 35%, por fondos públicos. Además de I+D, nuestro clúster ha contribuido de forma satisfactoria en la restructuración de la cadena de suministro y en el apoyo a nuestras pymes en temas variados, como ingeniería financiera, actividades de exportación, implantación de procedimientos de eficiencia productiva o temas relacionados con la Fábrica del futuro (ver más arriba).
Aerospace Valley trabaja en la detección y el análisis de convocatorias de candidatos de la Unión Europea para sus miembros. Las pymes, ¿son capaces de ampliar su participación en los proyectos de investigación e innovación de la UE o resulta difícil competir con las grandes empresas?
La clave aquí es que no existe competencia entre nuestras pymes y las grandes empresas. De hecho, suelen participar de forma conjunta en proyectos estándar colaborativos de I+D en el ámbito de la UE. De acuerdo con el programa Horizon 2020 actual, la iniciativa de tecnología conjunta Clean Sky 2 representa un esquema de fondos significativo en el campo de la investigación aplicada que está completamente dirigido, y parcialmente financiado, por los principales actores industriales europeos del sector aeroespacial, que suelen lanzar convocatorias de candidatos competitivas dirigidas principalmente a pymes. Además, se establece una relación especial en el ámbito de I+D entre las grandes empresas y sus proveedores.
¿Cree que se producirá una pérdida de influencia de los presupuestos públicos en el sector aeroespacial europeo?
Sí, sin duda alguna. Las restricciones presupuestarias (a veces significativas) tanto a escala nacional como regional tendrán con seguridad un impacto en el sector aeroespacial, en concreto en el campo de la innovación y la cofinanciación pública de actividades colaborativas de I+D. Sin embargo, a escala global, nuestro sector aeroespacial se encuentra en una situación relativamente cómoda en comparación con otros sectores económicos.