No podíamos pensar hace unos pocos años -no más de tres o cuatro- que la aeronáutica y la robótica iban a irrumpir en nuestras vidas de la forma en la que lo están haciendo. Y más teniendo en cuenta que, como todo parece indicar, no estamos más que en el principio.
De todos es sabido que los avances tecnológicos no avanzan linealmente sino de forma exponencial. La influencia de cada innovación en su campo de influencia es inmensa provocando, a su vez, el caldo de cultivo necesario para nuevas innovaciones. Siempre se produce un efecto multiplicador.
Si pensamos los avances que se han producido tanto en la aeronáutica como en la robótica por separado, imagine lo que podrían hacer ambas juntas.
La industria aeroespacial no es una excepción a este hecho. Hay avances constantes en diseño, estructuras, sistemas, materiales, software, procesos, etc. Cada nuevo avión utiliza las innovaciones de sus predecesores (al menos las del mismo fabricante) a la vez que genera un legado de varios centenares de otras nuevas.
La mayoría de esas novedades suelen quedar circunscritas dentro del entorno de la propia industria, aunque no debemos perder de vista que los usuarios finales son quienes en última instancia se benefician de cada innovación.
Uno de los avances aeronáuticos que más está influyendo globalmente en la sociedad en los últimos tiempos es el desarrollo de las plataformas aéreas no tripuladas, también conocidos como UAVs, RPAS o drones.
Más allá de la novedad de ver volar a un pequeño artefacto guiado por nosotros está las posibilidades que ello ofrece. No solo es una cuestión de ocio, sino que las empresas de todos los sectores han incluido ya en sus planes de trabajo analizar todas las posibles aplicaciones de estos dispositivos que puedan aportar un beneficio para su negocio.
Transporte de paquetería, vigilancia, detección de incendios, asistencia y ayuda en zonas de desastre, filmación, búsquedas, seguridad, inspecciones en entornos peligrosos, control de plagas y una relación casi interminable de posibles aplicaciones forman parte de ese mundo que se abre ante todos nosotros.
La otra variable que hemos de incorporar es la robótica, que de igual forma ha entrado en casas e industrias para hacer posible aquellas cosas que tan solo veíamos en el cine hasta hace bien poco. Prácticamente en cualquier empresa o domicilio encontramos robots que nos facilitan la vida.
Pero, ¿y si unimos aeronáutica y robótica?
Le invitamos a leer un magnífico artículo publicado por BBC News en el que se abordan estos temas: Qué trabajos realizarán los robots voladores en el futuro?
What jobs will flying robots be doing in future? (BBC News, by Mark Smith)
¿Y usted qué opina?
