En el año 2010, el Gobierno y el sector aeroespacial del Reino Unido aunaron esfuerzos a través del acuerdo de colaboración AGP (Aerospace Growth Partnership, Colaboración para el desarrollo aeroespacial) con el objetivo de desarrollar una visión conjunta y a largo plazo con el sector aeroespacial británico. Más tarde, en 2013, esto se materializó en un compromiso de inversión de 2.100 millones de libras (casi 2.900 millones de euros) en investigación y tecnología a lo largo de siete años así como en la fundación del Instituto Tecnológico Aeroespacial, de cuya dirección estoy a cargo en estos momentos.
Un sector más competitivo que pueda mantener y aumentar el número de puestos de trabajo de alto valor y garantizar la sostenibilidad a largo plazo del sector aeroespacial como uno de los principales contribuyentes a la economía.
Gracias a nuestra constitución como “sede” de la estrategia nacional británica en cuanto a tecnología e investigación (R&T), creo que nos encontramos en la mejor situación posible a la hora de representar una perspectiva absolutamente innovadora sobre la forma en la que el país se nutre y se beneficia de actividades de este tipo.
Como organización totalmente independiente, el equipo del ATI aúna la experiencia y el pensamiento creativo con contactos de primera categoría en todo el sector. Nos encontramos en una posición única y privilegiada: podemos entablar relaciones con empresas privadas a un nivel más profundo y así desarrollar una visión general del sector con una perspectiva más completa. Al mismo tiempo, trabajamos en colaboración con el BIS (Department for Business, Innovation and Skills, Departamento de Comercio, Innovación y Aptitudes) y con el consejo Innovate UK a fin de llevar a cabo nuestra agenda.
Actualmente, el mercado civil aeroespacial se encuentra en un buen momento: en los próximos 20 años el mercado global de equipamiento original superará los 5 billones de dólares (unos 4,4 billones de euros) y el de servicios los 2 billones de dólares (unos 1,7 billones de euros). Lo que el ATI aporta principalmente es un nuevo enfoque que apunta hacia una investigación en tecnología bien orientada y a largo plazo. De este modo, el resultado neto será un sector más competitivo que pueda mantener y aumentar el número de puestos de trabajo de alto valor y garantizar la sostenibilidad a largo plazo del sector aeroespacial como uno de los principales contribuyentes a la economía.
Los plazos y tiempos de una inversión así nunca han sido tan acuciantes. Puede que el Reino Unido cuente con un prestigioso historial y haya disfrutado de ventajas como cualquier líder del sector aeroespacial. Sin embargo, la competencia global va en aumento.
Las universidades, los centros de investigación y las empresas del Reino Unido cuentan con una amplia variedad y especialización en aptitudes y tecnologías. Gracias a este liderazgo tecnológico ya somos productores de alas, motores, helicópteros, góndolas, trenes de aterrizaje y sistemas de aeronaves complejos de primera categoría. Al jugar esta baza, existen muchas razones para creer que podemos seguir saboreando el éxito en el sector aeroespacial.
Hoy en día, existen más de 140 proyectos asociados al ATI. Entre ellos, se incluyen proyectos de envergadura heredados, programas del UK Aerodynamics Centre, nuevas iniciativas estratégicas y concursos abiertos puestos en marcha desde su fundación. Estos proyectos ayudan ya a más 130 de organizaciones a desarrollar una infraestructura nueva de innovación y tecnología. Entre dichas organizaciones se encuentran unas 30 empresas privadas (que son miembros líderes de diversos consorcios) y 31 instituciones académicas.
Tenemos una visión muy clara y un compromiso sólido con los valores del desarrollo continuo: deseamos que el Reino Unido sea el lugar en el que conseguir los mejores productos y servicios y seguiremos buscando todo lo necesario en cuanto a información, personal y relaciones para asegurarnos de que esto ocurra. Estamos deseando presentar nuestra primera estrategia tecnológica completa este verano.
Gary Elliott
Presidente y Director Ejecutivo
Instituto Tecnológico Aeroespacial Británico (ATI)