Simonetta Di Pippo es una de las mayores expertas a nivel mundial en materia de cooperación internacional en el sector aeroespacial. Entre 2008 y 2011 fue Directora de Vuelos Tripulados de la Agencia Espacial Europea (ESA) y hasta marzo de 2014 estuvo al frente del Observatorio para la Política Espacial Europea en la Agencia Espacial Italiana, en Bruselas. Desde junio de 2009 es también Presidenta de la asociación internacional WIA-Europe (Women in Aerospace Europe), de la que es cofundadora. En marzo de 2014 asumió el cargo de Directora de la Oficina de Naciones Unidas para Asuntos del Espacio Exterior.
WIA-US se creó hace ya 30 años, con el objetivo de aumentar la visibilidad de la mujer en el sector aeroespacial. ¿Cómo ha cambiado la presencia de la mujer en el sector en las tres últimas décadas?
En efecto, Women in Aerospace se fundó hace más o menos 30 años en los Estados Unidos. Su actuación en ese país ha contribuido a aumentar la presencia de la mujer en la comunidad aeroespacial, pero aun así sigue habiendo muy pocas mujeres en puestos de alto nivel en los Estados Unidos: lejos de convertirse en la norma, su presencia sigue siendo una excepción.
¿Qué motivos hay para crear una asociación como WIA?
Para responder a esta pregunta, me gusta mostrar una fotografía tomada en la Cumbre de Jefes de Agencias Espaciales que se celebró en Washington D.C. en enero de 2014 y en la que aparecen 32 jefes de dichas agencias. ¿Cuántos de ellos cree que son mujeres? Muy fácil: ¡ninguno! Pocas interpretaciones caben ante una evidencia tan rotunda. Es un hecho que la mujer se enfrenta al conocido «techo de cristal» que limita de forma velada su ascenso profesional. En mi caso personal, he de decir que, aunque he padecido actitudes discriminatorias a lo largo de mi carrera, estas no me han impedido alcanzar puestos de alto nivel hasta mi cargo actual de Directora de la Oficina de Naciones Unidas para Asuntos del Espacio Exterior. Ha sido un camino duro, pero ha merecido la pena. Por ello, en 2009 empecé a pensar en lo importante que sería ayudar a la nueva generación de mujeres del sector. Claudia Kessler, directora ejecutiva de HESpace, compartía mi punto de vista y mis valores, así que al cabo de pocos meses fundamos conjuntamente Women in Aerospace-Europe (WIA-Europe), una asociación que se vale de la experiencia y los conocimientos acumulados por su hermana estadounidense (WIA-US). Se puede consultar más información en nuestra página web: www.wia-europe.org. Hace poco llegamos a los 400 miembros individuales y 15 de tipo corporativo, unas cifras más que buenas para nosotras y que muestran lo necesaria que es realmente nuestra asociación.
WIA-Europe comenzó su andadura en Le Bourget en junio de 2009. Han pasado ya cinco años, ¿qué progresos se han hecho desde entonces?
En 2014 comenzamos a elaborar una primera evaluación destinada a determinar nuestros logros y a identificar aquellos ámbitos en los que, dado el caso, WIA-Europe debería centrarse a corto plazo para mejorar sus resultados. Esa valoración inicial mostró por ejemplo que, a través de diversas iniciativas, la asociación ha tenido unos progresos más que evidentes hacia su consolidación. Como dije antes, contamos con 400 miembros individuales y 15 de carácter corporativo, lo que duplica los resultados obtenidos a finales de 2012. Antes de esa fecha, nuestro grupo ya había firmado acuerdos estratégicos con la asociación WIA de EE. UU. y con la International Space University (ISU), el Committee on Space Research (COSPAR) y el Space Generation Advisory Council (SGAC). Todos esos acuerdos iban destinados a respaldar la formación de la mujer en el sector aeroespacial, de acuerdo con nuestros objetivos de base. A ellos se ha sumado además la colaboración con el programa de MBA en Aviación de la LUISS School of Business and Management. Pero eso no es todo, en 2013 nos integramos en la IAF y ese mismo año una de las estrategias que más aportó a WIA-Europe fue el desarrollo de grupos locales. Así, el mismo 2013, a los grupos de Bremen, Múnich y Leiden se sumaron los de Bruselas, París y Roma. La incorporación más reciente a esta red fue el grupo de Toulouse, en marcha desde 2014. Además, al tiempo que la red se ampliaba, aumentó también el número de miembros de los tres grupos «históricos», lo que demuestra la relación directa entre la presencia local de WIA-Europe y el interés de sus miembros por las actividades de la asociación.
El plan estratégico se ha estructurado de manera flexible. Está concebido como un documento de trabajo «vivo» y versátil y que se actualiza anualmente de acuerdo con la experiencia acumulada y demostrada el año anterior. 2013 fue el primer año en que WIA-Europe elaboró un plan estratégico, que fue aprobado por la Asamblea general.
Las mujeres que integramos WIA-Europe estamos comprometidas a aumentar nuestra presencia y credibilidad para hacernos más «incisivas» en el panorama aeroespacial del continente e incluso de todo el mundo. El plan estratégico nos ayudará a conseguir ese objetivo, al detectar oportunidades de crecimiento y mostrar los desafíos a los que nuestra asociación tendrá que hacer frente de la mejor manera posible. Queremos que la asociación llegue a estar presente en todo lo que se proponga.
¿Qué acciones y programas hay en marcha para reforzar la presencia de la mujer en el sector aeroespacial?
Desde nuestro punto de vista, para conseguir una representación equilibrada de mujeres en todos los niveles de la comunidad aeroespacial, es necesario sensibilizar al mundo y construir una red de hombres y de mujeres que sean conscientes de la importancia de este tema y que deseen mejorar el estado actual de las cosas.
En WIA-Europe contamos con un gran número de programas a disposición de nuestros miembros, algunos de los cuales se implementan a nivel europeo. De esta forma, tenemos un programa de becas con el que cada año enviamos hasta a cuatro estudiantes a participar en congresos internacionales en materia aeroespacial. Además, disponemos de un programa de tutelaje por el que nuestros miembros se orientan entre sí en función de sus capacidades y habilidades personales. Se suma también a ello un programa de galardones con el que cada año homenajeamos a una mujer madura por su trayectoria y a una joven profesional en el arranque de su carrera. También es muy importante en nuestra asociación el tejido de una red social, por lo que organizamos reuniones y mesas de debate en eventos destacados como la International Astronautical Conference, la IAF Spring Meeting, Le Bourget, etc.
Pero eso no es todo: hemos creado grupos locales en las principales ciudades del sector en Europa que se reúnen mensualmente para dar a sus integrantes más oportunidades de interrelación. Además, celebran seminarios de formación, talleres, visitas profesionales y actividades de ocio.
¿Cuáles son los mayores desafíos a los que han tenido que hacer frente?
Imagino que cada persona definiría esos desafíos en función de su propia experiencia y de sus características personales. Sin duda, algo que a mí me parece de lo más sencillo será un obstáculo insalvable para otra persona. Mi principal desafío, que también es la base de los valores que inspiraron la fundación de WIA-Europe, es evitar cualquier tipo de discriminación. Lo que busco es ayudar a crear una sociedad mejor, en la que haya menos discriminación, o ninguna, y en la que lo que cuente sea el mérito de cada cual. A mi modo de ver, la única forma de superar la crisis económica que estamos padeciendo en todo el mundo es aprovechar los mejores talentos que tenemos, sin dejar atrás a nadie que tenga méritos y que pueda contribuir al futuro que todos queremos. Para hacerlo, también tenemos que ser conscientes de que cada uno de nosotros puede marcar la diferencia. Por ello, suelo citar una famosa frase de Gandhi: ¡Si quieres cambiar el mundo, cámbiate a ti mismo!
Dentro del sector aeroespacial, ¿qué tipos de puestos siguen sin contar con una presencia significativa de la mujer?, ¿en qué otros participa?
Voy a responder con otro ejemplo. Entre 2008 y 2009, cuando era Directora de Vuelos Tripulados de la Agencia Espacial Europea, me encargué de supervisar el proceso de selección de los astronautas europeos. Cuando empezamos, teníamos 8413 candidaturas válidas, de las que solo un 13 % pertenecían a mujeres. Al final del proceso, solo hubo una mujer seleccionada entre los 6 candidatos finales. El porcentaje de mujeres en el momento inicial ya era bajo, así que era imposible contar con un resultado final mejor. En términos más generales, en el sector aeroespacial europeo, aun cuando incluyamos también a las mujeres que no están empleadas en las divisiones técnicas de industrias, agencias espaciales, organismos, universidades y centros de investigación, apenas alcanzamos un 20 % total, y si pasamos al nivel superior del escalafón, las cifras son verdaderamente ridículas. No creo que hagan falta más pruebas para convencernos de que la mujer tiene verdaderos problemas de integración y de ascenso en su carrera profesional. Los datos hablan por sí solos.
Desde su punto de vista, ¿las compañías del sector aeroespacial favorecen la igualdad de oportunidades?
Por lo que sé, se trata de un problema muy conocido en las principales industrias del sector. Es frecuente la creación de comités o de grupos de trabajo por la igualdad de oportunidades, con el objetivo de proponer soluciones y medidas de actuación. Si algo he aprendido de mi experiencia es que se necesita un director ejecutivo comprometido para que una empresa pueda avanzar hacia una distribución entre sexos equilibrada en la plantilla. Gracias al compromiso y al punto de vista de la dirección de algunas empresas y agencias espaciales, hay algunas compañías que han prestado su apoyo a WIA-Europe convirtiéndose en miembros corporativos y contribuyendo con ello a la creación de una base común que permita, cuando menos, plantear un diálogo sobre el problema. Es un proceso lento, pero tras solo cinco años de actividad de nuestra asociación se puede apreciar una mejora en el papel de la mujer en el sector aeroespacial.
WIA-Europe cuenta ya con 400 miembros entre sus filas. ¿Cuál es su sistema de trabajo y cómo se coordina la participación de los miembros?
Todos los miembros de WIA-Europe pueden participar en cualquiera de nuestras actividades en todo el mundo. Como he señalado ya, WIA-Europe se organiza en dos niveles. La Junta directiva organiza las actividades en el ámbito europeo y se encarga de implementar el plan estratégico general de la asociación. Por su parte, cada uno de los grupos locales cuenta con un equipo de gestión que se ocupa de organizar todas las actividades de ámbito local. Tenemos una base de datos de miembros que utilizamos para comunicarnos con ellos. A su vez, ellos pueden consultarla para ver quién forma parte de la red global.
Por último, aunque no menos importante, nuestra presencia en las redes sociales a través de nuestra página web (http://wia-europe.org) y de los perfiles en Facebook y LinkedIn nos permite comunicar con eficacia nuestras actividades y mantener contacto directo con un grupo más amplio de personas que comparten nuestros valores e ideales.