Según EuroControl, hacia 2035 se perderán alrededor de dos millones de vuelos debido a la congestión de los aeropuertos en Europa. Veinte aeropuertos europeos se enfrentarán a niveles de congestión similares a los que en la actualidad sufre el Aeropuerto de Heathrow.
Algunos de los aeropuertos con más tráfico ya funcionan a plena capacidad. Muchos aún disponen de slots libres durante las horas valle, pero deben hacer frente a graves niveles de congestión a primera hora de la mañana o a última de la tarde. Debido a esto, las restricciones en capacidad provocan retrasos, falta de fiabilidad e incluso cancelaciones cuando ocurre algún imprevisto.
La indecisión crónica actual está minando el transporte aéreo en Europa, y por ende, su economía.
A pesar de que los datos no son nada halagüeños, poco se ha hecho para mejorarlos. Los retos a los que se enfrentan los defensores de la ampliación de los aeropuertos en Europa son abrumadores. Por ejemplo, el aeropuerto de Dublín canceló la construcción de la segunda pista cuando llegó la crisis. El nuevo aeropuerto de Nantes sigue siendo un campo de batalla de la política francesa y las comunidades vecinas. En 2010, el Primer Ministro de Portugal paralizó la construcción del Novo Aeroporto de Lisboa.
El caso de la región del sudeste inglés es todo un paradigma. Es una de las regiones con más conexiones con el resto del mundo. Más aún, la posición dominante del hub de Heathrow se mantiene – hasta ahora – sin ser amenazada por ningún otro hub europeo. Sin embargo, la saturación de sus pistas se encuentra a la vuelta de la esquina. Este hecho es bien conocido por todos los agentes del sector.
Mientras tanto, los políticos han estado debatiendo, discutiendo, examinando, analizando, estudiando y retrasando todo proyecto de ampliación de aeropuerto durante décadas. Distintas comisiones han escrito infinidad de documentos e informes recomendando la construcción de nuevas pistas aquí y allá. Incluso se ha propuesto la creación de un aeropuerto en el estuario del Támesis (Boris Island). Hasta ahora, ninguno de estos proyectos se ha convertido en realidad. Siempre hay unas elecciones en el horizonte y, consecuentemente, la nueva pista del sudeste de Inglaterra permanece en la lista de tareas pendientes.
El transporte aéreo europeo necesita decisiones. La toma de decisiones es fundamental, éstas pueden causar problemas o incluso provocar críticas; sin embargo, la indecisión crónica actual está minando el transporte aéreo en Europa, y por ende, su economía. Los jugadores de fútbol saben que solo se mete gol cuando se chuta el balón a portería. Si uno no se atreve, lo mejor es sentarse en las gradas… y mirar.