Las innovaciones en el contexto aeroportuario son una constante a lo largo de la historia reciente. Su objetivo siempre está focalizado hacia mejorar las prestaciones de los aeropuertos, y de las compañías que operan en ellos, dentro de un marco de seguridad operacional. En la práctica, y de forma permanente, asistimos a la implementación de nuevas soluciones que mejoran las comunicaciones, la señalética, los procesos o la propia gestión de los aeropuertos.
Sin embargo, si nos ceñimos al diseño del campo de vuelo podemos observar que el concepto es prácticamente el mismo que el que se estableció cuando se construyeron los primeros aeródromos, a principios del siglo XX. Es evidente que apenas ha evolucionado el planteamiento geométrico de los campos de vuelo, visto desde una perspectiva a gran escala, por supuesto.
Por ello llama la atención cuando surgen iniciativas innovadoras que, sin entrar a valorar técnicamente su viabilidad o no, permiten abrir el debate sobre posibles nuevas soluciones a viejos problemas.
Una de estas propuestas, denominada “The endless runway”, está siendo desarrollada por un grupo de empresas y organismos de varios países y que tienen como finalidad valorar la viabilidad de un aeropuerto con diseño circular. Desde luego, se trata de algo totalmente nuevo. Según podemos leer en su web, existen un gran número de ventajas en este planteamiento. Sin duda, muchos de los profesionales del sector tendrán algunas (o muchas) objeciones técnicas. Pero esta innovadora propuesta tiene la gran virtud, entre otras, de abrir una puerta al debate sobre algo que, en principio, parecía inamovible.
Puede acceder a la información completa sobre este proyecto en http://www.endlessrunway-project.eu/
En esta iniciativa intervienen algunos de los principales organismos de investigación aeroespacial europeos: NLR (Holanda), DLR (Alemania), ONERA (Francia), INTA (España) e ILOT (Polonia).