La navegación aérea necesita de un sistema de gestión del tráfico (ATM o Aircraft Traffic Management), que organice las trayectorias de las múltiples aeronaves que surcan el espacio aéreo al mismo tiempo.
Europa, con más de 35.000 vuelos al día, tiene uno de los espacios aéreos más transitados del mundo.
Las personas encargadas de gestionarlo son los controladores aéreos que, desde las torres o los centros de control, mantienen comunicación constante vía radio y radar con los aviones que atraviesan su zona o sector. Su misión principal es la de evitar que dos aeronaves ocupen el mismo lugar al mismo tiempo. Todos los pilotos que se rijan por las reglas de vuelo instrumental (IFR o Instrumental Flight Rules) deben comunicar periódicamente y casi en tiempo real sus planes de vuelo, esto significa datos como origen, destino, ruta, autonomía, etc. Con esta información los controladores asignan las diferentes aerovías en las que se divide el espacio aéreo que controlan para que todos los aviones puedan alcanzar su destino de forma segura, para ello responden modificando o autorizando los planes de vuelo anteriormente comunicados.
Cada país es encargado de controlar su propio espacio aéreo, con sistemas y procedimientos que no siempre son coherentes con los de sus vecinos. Esta fragmentación provoca una pérdida de eficiencia que obstaculiza el crecimiento del transporte aéreo internacional. Las aerolíneas no pueden optimizar plenamente la utilización de sus flotas, los vuelos se retrasan con frecuencia, los aviones realizan rutas más largas de lo necesario y la saturación en las áreas terminales del vuelo, los aeropuertos, pueden provocar esperas y obligar a realizar vuelos en círculos.
Europa, con más de 35.000 vuelos al día, tiene uno de los espacios aéreos más transitados del mundo. El proyecto de Gestión del Tráfico Aéreo Único Europeo (SESAR o Single European Sky ATM Research) nació de la necesidad de crear una visión integrada y común sobre la evolución del sistema de gestión del tránsito aéreo, con el objeto de acomodar, a través de la implantación de nuevos procedimientos y tecnologías, el incremento de demanda previsto para los próximos años a través de una visión a escala europea, en lugar de a escala nacional.
El desarrollo está a cargo de una agrupación de empresas llamada SJU (Single European Sky ATM Research Joint Undertaking) que está integrada por proveedores de servicios de navegación aérea, miembros de la industria fabricante y por el consorcio de aeropuertos SEAC (más información en www.sesarju.eu).
El desarrollo de SESAR consta de tres pasos: mejoras en los tiempos de operaciones, optimización de trayectorias y mejora de procedimientos. Los objetivos de la primera fase, que está ya en proceso de implementación, son:
- Incrementar un 27% la capacidad de transporte aéreo.
- Reducir un 40% el riesgo de accidente aéreo.
- Disminuir un 2.8% el impacto medioambiental por vuelo.
- Reducir un 6% los costes del sistema de control aéreo.
El proyecto SESAR está además incluido en un proyecto más ambicioso llamado Cielo Único Europeo (SES o Single European Sky) cuyos objetivos para 2020 son:
- Triplicar la capacidad de transporte aéreo.
- Multiplicar por diez la seguridad aérea.
- Permitir una reducción del 10% del impacto medioambiental por vuelo.
- Reducir un 50% los costes del sistema de control aéreo.