Desde un punto de vista normativo, el concepto de seguridad operacional se ha visto reforzado con la publicación, hace pocos meses, del Anexo 19 de OACI (Organización Internacional de Aviación Civil) sobre la Gestión de la Seguridad Operacional, así como la tercera edición del Doc 9859 de OACI sobre el Manual de Gestión de la Seguridad Operacional. Básicamente es una apuesta extra que hace OACI para reforzar todos los aspectos relacionados con seguridad operacional, que estaban repartidos en varios de sus anexos, con la intención de darle una mayor relevancia. Esta estrategia está en línea con el desarrollo del concepto APEX (Airport Excelence in Safety) que ACI (Consejo Internacional de Aeropuertos) lleva tiempo promocionando en el campo de la seguridad operacional. A esto se le une la reciente publicación de la normativa europea EU 139/2014 que ha entrado en vigor el 6 de marzo de 2014, que establece los requisitos para las autoridades competentes que intervienen en la certificación y supervisión de aeródromos, operadores de aeródromos y proveedores de servicios de dirección de plataforma.
La seguridad operacional está ligada a todo el ciclo de vida del aeropuerto
La certificación de aeródromo tiene como propósito garantizar que las instalaciones, los procedimientos y el personal cumplen con la normativa vigente y se siguen los protocolos adecuados para minimizar los riesgos asociados a las operaciones de aeronaves en el campo de vuelo. Se trata de un proceso complejo, que requiere una importante dedicación y se dilata necesariamente en el tiempo. Es muy recomendable acometer una inversión importante para lograr el objetivo de la certificación de aeródromo, y difícilmente puede llevarse a cabo por el personal del aeropuerto debido a la carga de trabajo que impone el día a día. Se requiere contar por tanto con consultores técnicos especialistas en esta materia, que requerirán de la colaboración del personal propio del aeropuerto para llevar a buen término este proceso. Además, en las gestiones de riesgos de seguridad operacional que se derivan necesariamente de esta consultoría, para concretar medidas efectivas en materia de seguridad operacional, resulta esencial contar con los diferentes stakeholders relacionados con la actividad de las aeronaves en el campo de vuelo, tales como pilotos de aerolíneas, gestores aeroportuarios, personal de handling, controladores aéreos, consultores, etc. Las ventajas de contar con la certificación de aeródromo son múltiples, desde económicas hasta de eficiencia operativa, pero la principal es la satisfacción de ofrecer a las aerolíneas y pasajeros la posibilidad de utilizar un aeropuerto más seguro cada día, gracias al mantenimiento del Sistema de Gestión de Seguridad Operacional.
La combinación de personal bien entrenado, la actualización y revisión de los procedimientos operativos y del sistema de gestión de la seguridad operacional, el uso de nuevas tecnologías en el campo de vuelo y la capacidad de tener una actitud proactiva en materia de seguridad operacional, es la clave del éxito.
La mejor visión del futuro de la seguridad operacional es una combinación de mejores prácticas que integran nuevas tecnologías (A-SMGCS, tecnología LED, soluciones ILCMS, procedimientos “follow the green”, etc.), con diseños eficientes y seguros alineados necesariamente con los procedimientos de movimiento de aeronaves en tierra, que tienen verdaderamente en cuenta la experiencia previa de otros aeropuertos del mundo. Esta combinación debe completarse con la mejora continua que aportará la formación y el entrenamiento eficiente de los stakeholders que día a día trabajan en el aeropuerto. La seguridad operacional está asociada a todo el ciclo de vida del aeropuerto (consultoría, diseño, obras, operación, uso de herramientas tecnológicas eficaces y gestión eficiente) y requiere que todos nos involucremos al 100% y con entusiasmo en su mejora continua.