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Vivir en Marte ¿Ficción o realidad?

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Luis Perez

AERTEC / Information Technology

 

Desde que la sonda Curiosity fue enviada por la Nasa a Marte en el año 2011, muchos gobiernos y empresas privadas han fantaseado con la posibilidad de que en un futuro no muy lejano se puedan hacer excursiones al planeta rojo o incluso vivir allí.

Pero, ¿la especie humana está realmente preparada para vivir en Marte? Porque cuando se habla de “vivir”, hay que hablar de colonizar Marte…

«En lo que respecta a la tecnología necesaria, hoy estamos más cerca de Marte de lo que estábamos de la Luna cuando el presidente Kennedy marcó ese objetivo en 1961»

El ser humano para poder sobrevivir necesita dos elementos fundamentales, entre otros, que son el agua y el oxígeno. Del primero se han detectado prometedoras acumulaciones subterráneas de agua, aunque está en modo sólido. Para extraer dicho agua se tendrían que realizar importantes estudios previos de la geología regional y del suelo para valorar su calidad y sus posibilidades de extracción, lo que llevaría bastante tiempo, esfuerzo y dedicación. Sin embargo, es algo que la NASA está dispuesta a realizar, al igual que ha mostrado su voluntad para “crear” el segundo de los elementos, el oxígeno, dado que en Marte no existe.

El oxígeno lo crearía la famosa máquina de la NASA, llamada MOXIE (Mars Oxigen In situ Experiment) a partir del dióxido de carbono que se encuentra en la atmósfera del planeta. Con una potencia de 300 vatios y una tasa de producción de 10 gramos por hora, MOXIE recogería el CO2 de la atmósfera de Marte, lo comprimiría y lo sometería a un proceso electroquímico para producir oxígeno por electrolisis (descomposición de una sustancia en disolución por aplicación de corriente eléctrica). Pero hay que recordar que esto no deja de ser un mero ensayo. Para que pueda ser útil a una comunidad de personas habría que redimensionar esta máquina para que produjese más oxígeno.

Una vez que tuviésemos oxígeno y agua, necesitaríamos otro factor fundamental para poder vivir en el Planeta Rojo que es el alimento. No es lógico pensar en el transporte de alimentos desde nuestro planeta hasta Marte, pero sí recolectarlo allí, en la superficie o en tubos de lava, mediante la utilización de invernaderos que permitan controlar la temperatura, humedad, luz y demás parámetros que necesitarían las plantas para desarrollarse.

De momento, parece que se podrían plantar tomates, centeno o zanahorias, plantas con las que ya se ha experimentado en suelos de composición parecida. Sin embargo, aunque en Marte hay fósforo, potasio, nitrógeno y hierro, los científicos tendrían que avanzar más aun en la recogida y la utilización más eficiente del agua. En la tierra ya tenemos experiencia avanzada en el campo de los invernaderos inteligentes.

Otros aspectos a tener en cuenta en una eventual colonización de Marte serían la generación de energía (la cual parece factible ser recogida a través de paneles solares), la preparación contra las terribles tormentas de aire que se generan en el planeta rojo o la protección contra la radiación Solar y las bajas temperaturas.

Imaginemos por un momento que consiguiésemos todo lo anterior, que tuviésemos agua, oxígeno y alimento para sobrevivir. Según el análisis de los expertos, el campamento base no debería estar en la superficie, sino en los tubos de lava que se han comprobado que existen, gracias a las imágenes captadas en la superficie de Marte, donde los colonos estarían más resguardados de las radiaciones del sol, de los cambios drásticos de temperatura y de las tormentas agresivas. Ahí es donde apuntan que se deberían construir las zonas comunes tales como los dormitorios de la tripulación, laboratorios e invernaderos.

Para terminar, mencionemos una reflexión realizada por Michael Griffin, ex administrador de la NASA: «En lo que respecta a la tecnología necesaria, hoy estamos más cerca de Marte de lo que estábamos de la Luna cuando el presidente Kennedy marcó ese objetivo en 1961». Sin duda, un comentario que hace soñar a todos los que creemos que algún día podremos vivir de forma estable en Marte.

 

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