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Entrevista con Rachel Burbidge, EUROCONTROL

Rachel Burbidge, Responsable de la Política Medioambiental y sobre el Cambio Climático de EUROCONTROL

«Es esencial considerar las previsiones del cambio climático al plantearse mejoras en las infraestructuras existentes o en el desarrollo de nuevas infraestructuras.»

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Rachel Burbidge, EUROCONTROL

En la actualidad, el sector de la aviación es particularmente vulnerable a los efectos del cambio climático. ¿Desde cuándo han sido los actores del sector europeo de la aviación realmente conscientes de los efectos del cambio climático? ¿Qué medidas han tomado hasta el momento?

EUROCONTROL identificó por primera vez los efectos del cambio climático —como la subida del nivel del mar, el incremento de las temperaturas y la aparición de tormentas más intensas— como un riesgo para el sector de la aviación en 2008, dentro del trabajo que desarrollamos en los estudios sobre los retos para el crecimiento. [1] Pero Avinor, el operador noruego de aeropuertos y proveedor de servicios de navegación aérea (ANSP por sus siglas en inglés), lleva desde principios de la década de 2000 poniendo en práctica medidas de adaptación al cambio climático, como la introducción del requisito de que todas las pistas de nueva construcción deben estar como mínimo a siete metros sobre el nivel del mar. En el Reino Unido, los diez principales aeropuertos y el ANSP han desarrollado planes de adaptación al cambio climático en aplicación de la legislación nacional sobre cambio climático aprobada en 2008 y en Francia se ha iniciado la evaluación de riesgos de los aeropuertos franceses como resultado de la aprobación del Plan de Adaptación Nacional Francés en 2011. Más recientemente, el aeropuerto de Bruselas ha introducido varias medidas para hacer frente tanto a las lluvias torrenciales como a la sequía, como el aumento de la capacidad del alcantarillado, la construcción de cubiertas ajardinadas y la creación de un sistema para compartir el agua con el vecindario. De modo que la industria está tomando medidas y creo que no hay duda de que existe una creciente conciencia de la necesidad de hacerlo, aunque también creo que, conjuntamente, como sector, debemos hacer más y actuar con mayor rapidez.

 

La mayoría de los efectos se centrarán en los aeropuertos. ¿De qué clase de efectos se trata y cómo pueden los aeropuertos adaptarse a ellos?

Creo que tenemos ya una idea bastante acertada de cuáles serán los principales efectos en los aeropuertos —como las amenazas a la infraestructura por la subida del nivel del mar, las inundaciones cuando la intensidad de las precipitaciones supere la capacidad de drenaje y el daño a las superficies debido al calor extremo—, así como de cuáles serán las repercusiones que sufrirán las operaciones debido a tormentas de mayor virulencia. Pero los efectos variarán en función de factores como la ubicación geográfica y el diseño del aeropuerto en cuestión, de modo que se recomienda a todos los aeropuertos que realicen su propia evaluación de riesgos a fin de identificar las vulnerabilidades que pueda tener cada uno de ellos. A partir de ahí podrán empezar a identificar y a poner en marcha medidas de adaptación y resiliencia para hacer frente a dichas vulnerabilidades. Para la subida del nivel del mar, puede que sea necesario construir defensas que protejan al aeropuerto del mar, para hacer frente al aumento de las precipitaciones torrenciales, quizá haya que aumentar la capacidad de drenaje, y los aeropuertos en los que se espera un incremento en el número de días de calor extremo puede que tengan que aumentar la capacidad de enfriamiento de las terminales. Pero, de nuevo, las medidas variarán en función de los efectos que supongan un riesgo para cada aeropuerto.

 

Aunque los fenómenos meteorológicos se están volviendo más extremos, algunos aeropuertos se verán más afectados que otros, en función de su ubicación geográfica y de la escala de sus operaciones. ¿Cuáles son las previsiones para los aeropuertos europeos?

La Agencia Europea del Medio Ambiente publicó recientemente una actualización de las repercusiones del cambio climático que se prevén en Europa. [2] Según este informe, se espera que las sequías sean más frecuentes en el sur, el centro y el oeste de Europa aunque, al mismo tiempo, todas las regiones podrían experimentar también un aumento de las lluvias torrenciales, especialmente en invierno. Las estimaciones de la subida del nivel del mar varían entre 0,2 y 1,0 metros en función del escenario de emisiones, aunque estudios recientes indican que se podría alcanzar hasta 2,5 metros.

Pero, como dice usted, los efectos específicos en un aeropuerto concreto podrían variar considerablemente dependiendo de su ubicación geográfica y de su diseño. Por tanto, es fundamental que todo aeropuerto u organización que se plantee una evaluación de riesgos ante el cambio climático y la implementación de un plan de adaptación al mismo tenga acceso a unas previsiones climáticas de calidad específicas para la zona para que pueda basar su evaluación y su planificación en ellas. 

 

Usted ha estado al frente del trabajo de EUROCONTROL sobre la adaptación y la resiliencia al cambio climático desde 2009. ¿Qué opina sobre la evolución de las políticas sobre la aviación y la adaptación al cambio climático de la última década?

Creo que indudablemente estamos viendo progresos. Hace diez años el principal reto medioambiental para el sector de la aviación era mitigar su impacto en el cambio climático en lugar de adaptarse a él. De hecho, esta sigue siendo una de nuestras prioridades y debe seguir siéndolo. Tenemos que seguir aumentando nuestros esfuerzos por reducir nuestro impacto en el cambio climático, pero creo que gradualmente se ha ido reconociendo que también debemos tomar medidas para adaptarnos.  Creo que esto se ha visto sin duda influenciado por algunos de los terribles fenómenos climáticos extremos que hemos presenciado en los últimos años y que a menudo han afectado al sector, pero también por un aumento en el material de ayuda y de concienciación que elaboran las organizaciones del sector de la aviación, como el Consejo Internacional de Aeropuertos (ACI, por sus siglas en inglés), la OACI y, por supuesto, EUROCONTROL. Abordar el cambio climático, tanto desde la perspectiva de la mitigación como de la adaptación, es una tarea a la que tenemos que enfrentarnos de forma conjunta como sector. Seremos mucho más eficaces y lograremos mucho más si seguimos trabajando juntos.

 

¿Qué tipo de ayuda y medidas ofrece EUROCONTROL para el crecimiento sostenible de los aeropuertos y del sistema de la aviación?

Una de las principales áreas en las que estamos trabajando es en facilitar la introducción de las operaciones de ascenso continuo y de descenso continuo, conocidas como CCO y CDO por sus siglas en inglés. Se trata de una medida operativa para reducir el impacto del ruido y las emisiones que producen los aviones en las distintas fases de ascenso y descenso, evitando el vuelo horizontal en la medida de lo posible. También facilitamos la puesta en marcha de la Gestión Ambiental en Colaboración (CEM por sus siglas en inglés), que es un proceso que permite a los actores operativos de un aeropuerto trabajar juntos en la implementación de medidas que reduzcan el impacto medioambiental, como las operaciones CCO y CDO, por ejemplo. Hemos apoyado a la Comisión Europea en la implementación del Régimen de Comercio de Derechos de Emisión de la UE en el sector de la aviación desde su creación y más recientemente hemos trabajado intensamente para dar a apoyo a la Organización de Aviación Civil Internacional de las Naciones Unidas (OACI) en la elaboración del plan de compensación para la aviación internacional CORSIA.

 

¿Han comenzado los aeropuertos europeos a abordar los riesgos climáticos dentro de las mejoras operativas y de la infraestructura actualmente en curso?

Buena pregunta. Sí, creo que algunos lo han hecho ya. Y está claro que esta es sin duda una de las maneras más eficientes y rentables de adaptarse al cambio climático. De hecho, diría que es esencial considerar las previsiones del cambio climático al plantearse mejoras en las infraestructuras existentes o en el desarrollo de nuevas infraestructuras. Un buen ejemplo de esto es el nuevo Gran Aeropuerto de Estambul, donde la integración de la resiliencia frente al cambio climático formó parte integrante del desarrollo del nuevo aeropuerto. Por otra parte, también puede resultar útil la implementación de un plan de evaluación de riesgos climáticos y de ejecución de medidas específico o la integración de los riesgos climáticos en el plan de gestión de riesgos ya existente de un aeropuerto. Lo importante es tomar medidas. Hemos llevado a cabo una encuesta entre los actores del sector europeo de la aviación sobre los riesgos del cambio climático y la adaptación al mismo. Casi una cuarta parte de los encuestados dijeron que ya están experimentando algunos efectos del cambio climático, mientras que la mayoría de los demás encuestados decían esperan sentir sus efectos para el año 2030. El mensaje es claro, tenemos que empezar a prepararnos hoy para los efectos que se vislumbran en el horizonte.

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[1] “Challenges for Growth” (Los retos para el crecimiento) es una serie de estudios que EUROCONTROL publica cada cinco años aproximadamente con el objetivo de facilitar la mejor información disponible a los responsables de la toma de decisiones del sector de la aviación.

[2] “Climate Change Impacts in Europe” European Environment Agency (2020) https://experience.arcgis.com/stemapp/5f6596de6c4445a58aec956532b9813d

 

Aviation against climate change

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