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Entrevista a Frank DiBello, Space Florida

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Frank DiBello es Presidente y Director Ejecutivo de Space Florida.

«Es evidente que el significativo cambio que está experimentado el sector aeroespacial actualmente viene impulsado principalmente por la inversión del sector privado en las principales tecnologías espaciales.»

Frank DiBello, Space Florida

Space Florida, como la conocemos hoy, celebra en septiembre doce años de existencia. Desde mayo de 2009, dirige esta organización que pretende atraer y expandir la siguiente generación de empresas del sector aeroespacial. ¿Cuáles son los principales logros conquistados en estos años?

Cuando asumí el mando de Space Florida en 2009, la región y el Estado estaba enfrentándose a la inminente retirada del programa del transbordador espacial de la NASA y a la pérdida esperada de 9135 puestos de trabajo en sector aeroespacial. Aquella fue una de varias ocasiones en la historia de Florida en las que el Estado se vio económicamente mermado debido a su dependencia exclusiva de un programa federal que se había cancelado.

Los efectos secundarios de la pérdida de puestos de trabajo aeroespaciales sobre comercios, restaurantes, hoteles, inmobiliarias y colegios a escala local implicaron que la pérdida de puestos de trabajo a la que nos enfrentamos duplicó con creces los 9135 previstos, lo que se tradujo en un impacto económico que podría ser catastrófico para la economía local.

La Junta de Space Florida diseñó, entonces, una estrategia para garantizar que aquello no volviera a suceder, con objetivos específicos para diversificar la economía espacial y aeroespacial de Florida y consolidar su cadena de suministros.

Desde entonces, hemos avanzado con mucho éxito hacia la consecución de ese objetivo de tal modo que hoy no solo lanzamos cohetes, sino que también fabricamos cohetes que lanzamos aquí (Blue Origin), fabricamos e integramos las dos siguientes generaciones de aeronaves (la nave tripulada Starliner de Boeing y la cápsula de exploración espacial Orion de Lockheed Martin) y además fabricamos satélites en la que quizá sea la planta de fabricación de satélites más avanzada del mundo (One Web). Asimismo, hemos aumentado la capacidad de la cadena de suministros del sector espacial estatal.

La prueba de nuestro éxito es que, ahora, nuestro desafío más acuciante no son los puestos de trabajo, sino la necesidad de mano de obra cualificada que cubra las miles de nuevas oportunidades profesionales que están surgiendo en el sector aeroespacial en Florida. La demanda de empleados de alto rango salarial y cualificación es un asunto apremiante para el Estado, pero nuestro último éxito en Space Coast lo ha agravado aún más. Las nuevas colaboraciones dinámicas entre el sector, las instituciones académicas y la escuela pública parecen estar abordando este nuevo reto.

 

«Vision 2020» es la estrategia de Space Florida para alcanzar 10 mercados objetivos que están expandiendo su uso de las tecnologías basadas en el espacio. ¿Qué mercados están creciendo más?

“Vision 2020” ha sido una iniciativa con mucho éxito que ha llegado a 10 mercados de espacio comercial, y hemos ampliado nuestra cadena de suministros primaria y secundaria en todos ellos. Pero el crecimiento más rápido lo están acusando los mercados con empresas que fabrican y utilizan satélites y tecnología espacial en órbita para ganar dinero en las telecomunicaciones, ofreciendo servicios de banda ancha, de procesamiento digital de imágenes y detección remota y de investigación de microgravedad en el espacio. Si bien los cohetes y las cargas que portan son muy importantes, las empresas que están desarrollando ofertas de productos y servicios de valor añadido que utilizan las señales, los datos, las imágenes y la información obtenidos de las plataformas en órbita son las que realmente están viendo aumentar sus beneficios económicos. Estas empresas de servicios de valor añadido son las que suelen crecer a una tasa media anual del 30 % o superior y las que, con su impacto, está mejorando nuestras vidas diarias en la Tierra.

 

El futuro del espacio pasa por mirar más allá de la NASA. La nueva carrera espacial da la bienvenida a las iniciativas privadas que están cambiando el paradigma, como SpaceX y Blue Origin (ambas subvencionadas por Space Florida). ¿Cómo está cambiando el sector espacial gracias a estos nuevos actores fundamentales?

Es evidente que el significativo cambio que está experimentado el sector aeroespacial actualmente viene impulsado principalmente por la inversión del sector privado en las principales tecnologías espaciales. Space X y Blue Origin son solo dos de los ejemplos más visibles, pero hoy existen más de una docena de multimilmillonarios que invierten en compañías espaciales y la comunidad de capital, en términos globales, ha tomado nota de ello.

Dos son los principales factores impulsores. En primer lugar, la mayor agilidad y capacidad del sector privado para desarrollar y potenciar nuevas tecnologías más rápido que las instituciones gubernamentales tradicionales, así como para convertirlas en productos. Y en segundo lugar, la combinación de muchas tecnologías avanzadas, que está propiciando nuevos hallazgos revolucionarios en áreas en las que tradicionalmente no se habían visto. Esto se pone especialmente de manifiesto en el aumento de las capacidades de los sensores avanzados en tecnología de pequeños satélites, en las nuevas formas de almacenamiento de datos y computación cuántica, en la fusión de biomateriales en nanodispositivos y en la introducción del concepto de «reusabilidad» en hardware y sistemas espaciales.

A medida que el sector privado reduzca los costes del acceso y el hardware espacial, se irán desarrollando y expandiendo cada vez más aplicaciones de mercado.

 

En sus propias palabras: “Es probable que, para finales de la próxima década, el sector necesite de 800 a 1000 lanzamientos al año a escala mundial”. Desde 2013, Space Florida está trabajando en un plan de sistema de puertos espaciales para responder a las necesidades del sector del transporte espacial. Parece, por tanto, que se encuentra excepcionalmente bien posicionada para respaldar la actividad presente y futura relacionada con los lanzamientos…

Space Florida es consciente desde hace mucho tiempo de la necesidad de aumentar sus capacidades de puertos espaciales para estar a la altura de las exigencias de capacidad y velocidad del sector. Hasta la fecha, hemos invertido más de dos mil millones de dólares en preparar instalaciones de puertos espaciales y aeroespaciales avanzadas para la siguiente era de exploración y explotación espaciales, que inevitablemente tendrá un carácter cada vez más comercial.

Estamos trabajando estrechamente con nuestros socios de las autoridades federales en la adquisición de infraestructuras obsoletas que han dejado de ser necesarias o que están infrautilizadas para misiones federales, así como en su reforma y readaptación para la siguiente era comercial y empresarial espacial. Además, estamos fabricando una nueva infraestructura que responda a la necesidad del sector y se adapte a una cadencia de lanzamiento prevista en el puerto espacial de Cabo Cañaveral de más de 100 lanzamientos al año, para facilitar el movimiento tanto de mercancías como de pasajeros al espacio y respaldar la nueva era de servicios y actividades espaciales en órbita.

Nuestro objetivo es que Florida se convierta en facilitador líder mundial del comercio espacial y su sistema de puertos espaciales, en puerto comercial espacial mundial.

 

¿Veremos cambios en la dirección y la propiedad de las infraestructuras de puertos espaciales para adaptarse al sector espacial en evolución?

La naturaleza cambiante del sector espacial debería traer consigo la evolución en la manera de desarrollar y gestionar los puertos espaciales. Los anteriores 60 años de exploración y actividad espaciales han tenido un marcado dominio federal y mucha de la infraestructura de puertos espaciales se desarrolló para tal fin: responder a las necesidades de las misiones federales, tanto en el ámbito de la seguridad nacional, como en el de los programas científicos y de exploración espaciales civiles. Sin duda, estas necesidades seguirán existiendo puramente para la actividad federal, pero aumentarán a medida que el sector comercial demuestre su capacidad para ejecutar logística espacial, transporte de mercancías y personas y misiones de explotación e investigación en la superficie lunar y en órbita. El gobierno ha desarrollado una política de «seguridad comercial» que deberá acatarse. Lo mismo se aplica al desarrollo continuo y la gestión de funciones de puertos espaciales, donde los posibles clientes del gobierno deberían disfrutar de ventajas comerciales como consumidores, no operadores.

Hoy no existe ningún motivo por el que el gobierno deba seguir realizando inversiones escasas en programas de gestión, funcionamiento y mantenimiento de vías, puentes e instalaciones de puertos espaciales para un mercado que cada vez es inexorablemente más comercial. Es necesario un modelo de gestión de puertos espaciales evolucionado que pueda acceder al capital privado para construir una nueva generación de infraestructuras para las empresas de lanzamientos espaciales comerciales y que pueda gestionar su infraestructura de puertos espaciales como un modelo de negocio sostenible, al igual que los puertos y aeropuertos importantes.

 

Usted acumula más de 50 años de experiencia directa en los sectores aeroespacial, de defensa y espacial emergente. Desde su punto de vista y sus conocimientos, ¿cómo ha evolucionado el sector aeroespacial y qué podemos esperar en el futuro?

El sector aeroespacial lleva mucho tiempo en evolución, con continuas consolidaciones y reducciones de las cadenas de suministros para los principales proveedores preferentes. Además, muchos de estos proveedores preferentes están tratando de integrarse y controlar o subir en la cadena de valor de forma más vertical; en su búsqueda de márgenes cada vez más altos en el trabajo de integración de sistemas.

Los dos últimos años han sido testigos de los niveles de inversión más altos en adquisiciones y fusiones aeroespaciales en décadas. Y esto puede abrir el camino para miles de empresas en ciernes que son, a la vez, más ágiles y más capaces de potenciar y adaptar las nuevas tecnologías que el sector necesita. Muchas de estas empresas se convertirán en objetivos de adquisición y otras, en socios futuros en esta cadena de suministros de innovación que se repone constantemente. Y todo esto es positivo para el futuro del sector aeroespacial y su fundamental contribución al bienestar económico de nuestra nación.

 

 

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